Un par de meses atrás, la gente de Red Bull hizo mucho ruido con un dron corriendo contra el Fórmula 1 de Max Verstappen. Su velocidad fue en verdad impresionante… pero quedó lejos del récord absoluto. Hoy pertenece a Luke Bell y su padre Mike, quienes diseñaron al Peregreen, segunda versión del dron con el que ya habían obtenido una marca mundial en septiembre del año pasado. Su construcción demandó varios meses de trabajo, y el desarrollo de unos cuantos prototipos… que terminaron envueltos en llamas por diferentes razones.
Los drones han avanzado de una manera notable en los últimos años. Al principio, era suficiente con verlos volar, u obtener un buen rendimiento de sus baterías. Hoy destruyen récords de velocidad, y la mejor parte es que se trata de desarrollos DIY, con mucho intercambio de ideas, fallas espectaculares, y una gran satisfacción al final. Así llegamos al canal de Luke Bell, quien junto a su padre Mike diseña drones de alta velocidad. Su último monstruo es el Peregrine V2, y el pasado 21 de abril, se convirtió en el dron más rápido del mundo.
Peregreen, y el desafío de crear un dron que vuela a 480 km/h
La familia Bell tiene amplia experiencia, pero eso no quiere decir que el proyecto sea sencillo. Todo lo contrario: Desde la creación de un chasis en fibra de carbono hasta localizar las baterías apropiadas, Peregreen V2 presentó resistencia a cada paso. Las baterías representan uno de los puntos más delicados, y se quemaron en las primeras dos pruebas debido al escalofriante nivel de estrés y temperatura (por arriba de los 130 grados Celsius). El segundo recambio de baterías se estabilizó en temperaturas más aceptables (80C), pero el problema pasó a los cables de los motores, demasiado delgados para esta aplicación.
Las pruebas aerodinámicas fueron sencillas pero efectivas, y les permitió llegar a un diseño de cola muy estable. Lamentablemente, la primera prueba con el dron ensamblado terminó en llamas. Su reconstrucción tomó varios días, y en el segundo vuelo… fuego otra vez. En este punto, cualquiera podría decir que reconstruyeron el cuerpo del dron desde cero, y para el proceso de optimización posterior buscaron la ayuda de Chris Rosser, uno de los mejores especialistas en drones que publica contenido en YouTube.
Después de algunos speedruns privados, los Bell finalmente colocaron al Peregreen V2 bajo la lupa de Guinness. La velocidad máxima registrada por el dron fue de 510 kilómetros por ahora, pero la certificación lo ubicó un poco más abajo, en 480.23 km/h. Son 133 metros por segundo, un verdadero dardo luminoso perforando el cielo.
(N. del R.: Pido disculpas por la demora, algunos problemas técnicos de este lado, y un proveedor de Internet que no coopera. Volveré a la programación regular en cuanto sea posible.)
