De la misma forma en que las impresoras de chorro de tinta eran imposibles de adquirir para el público en sus comienzos, las impresoras 3D más avanzadas siguen estando bajo el dominio de empresas y laboratorios. Aún así, la tecnología es caprichosa, y el bajo costo se convierte en una meta que con el tiempo suficiente, casi todos los dispositivos logran alcanzar. Un ejemplo de ello es la Peachy Printer, una impresora fotolitográfica que promete un costo inicial de apenas cien dólares.
Imagina reemplazar una pieza de plástico que se ha quebrado con sólo hacer un par de clics en tu ordenador. O crear una nueva carcasa ya sea para tu smartphone, o para un proyecto de electrónica. ¿Cuántas iniciativas DIY serían más sencillas con una impresora 3D en nuestras filas? Todos podemos soñar, pero lo cierto es que la tecnología aún está lejos de ser perfecta. Existen modelos como el Printrbot, con versiones a partir de 400 dólares, o monstruos de más de dos mil dólares como el Replicator 2 de MakerBot, pero en todos los casos, requieren un alto grado de supervisión, tal y como puede comprobarse en cierto grupo de Flickr dedicado a crear galerías con “errores” cometidos por estas impresoras. Si tenemos todo esto en cuenta, la idea de bajar los costos probablemente no sea muy buena hasta que el proceso mejore, sin embargo, el proyecto Peachy Printer tiene una opinión diferente.
En términos simples, es una impresora 3D de cien dólares. La expresión técnica que sus desarrolladores aplican para describirla es “impresora fotolitográfica”, y trabaja de un modo bastante especial: Peachy Printer utiliza un láser para endurecer una resina sensible a la luz. El “patrón” del objeto que se desea imprimir (previamente digitalizado en Blender) es alimentado a la impresora como una señal de audio (convertida con un addon), controlando así los espejos que modifican la posición del láser. El “eje Z” de la impresión es regulado por un sistema de goteo. Cada una de las gotas crea una conexión eléctrica al pasar por dos contactos, detectada por la entrada del micrófono en el ordenador. Las gotas elevan el nivel del agua en la parte inferior, que posee a la resina flotando sobre su superficie.
Los desarrolladores de Peachy Printer han iniciado una doble campaña tanto en Kickstarter como en IndieGoGo. La primera pulverizó completamente su meta de 50 mil dólares canadienses, obteniendo más de 300 mil, mientras que en IndieGoGo las cosas van un poco más lento (18 mil dólares canadienses sobre 50 mil). Las unidades de cien dólares requieren ensamblaje por parte del usuario, e incluyen 100 mililitros de resina para comenzar a imprimir. Cada litro de resina cuesta 60 dólares canadienses, y con 350 billetes extra, Peachy Printer puede transformarse en un escáner 3D. Las primeras entregas estarán listas entre julio y agosto de 2014.