La semana pasada se llevó a cabo la última edición de la convención DEF CON en Las Vegas. Allí se vieron cosas muy interesantes, desde máquinas de votación hackeadas hasta ordenadores secuestrados con cables para iPhone, pero sería un grave error ignorar las anécdotas de algunos hackers. Un investigador apodado Droogie decidió burlar al sistema de multas de California personalizando su patente con la frase «NULL», en un intento por «ser invisible». El problema es que logró exactamente lo contrario, recibiendo multas por decenas de miles de dólares.
Como era de esperarse, la relación entre los conductores y los sistemas de multas fotográficas alrededor del mundo es muy pobre, y eso ha llevado al desarrollo de una «carrera armamentista». De un lado, las autoridades clavan aún más sus garras para perseguir a hipotéticos infractores, y del otro, los conductores tratan de aplicar diferentes trucos que los ayuden a escapar del implacable ojo mecánico. Uno de los más populares se reduce a colocar una lente Fresnel sobre la patente, pero en la convención DEF CON, alguien decidió explorar una extraña alternativa.
Ese alguien es Droogie, un investigador que decidió aprovechar la posibilidad de personalizar su patente en California (las llamadas «vanity plates») con la expresión «NULL», clásico valor reservado para descartar y/o ignorar objetos, o indicar algo indefinido, vacío o sin valor.
Si bien lo hizo por diversión, Droogie creyó que de algún modo la patente «NULL» lo haría escapar del procesamiento de multas. Nada sucedió durante el primer año (tuvo mucho cuidado al conducir), pero cuando llegó el momento de actualizar su información en el DMV (Department of Motor Vehicles) del estado de California, el sitio web rechazó su patente NULL. Esa fue la primera alerta.
El verdadero caos comenzó luego de recibir una multa legítima: Una serie de multas completamente aleatorias llegaron a su casa, sumando más de 12 mil dólares. ¿Qué sucedió? Al parecer, un centro privado de procesamiento de citaciones tenía una base de datos con multas pendientes, y por alguna razón indeterminada (lo más probable es falta de información), una parte importante de esa base identificaba a las patentes como «NULL». Se supone que el centro de procesamiento trataba de indicarle a sus propios sistemas que no sabía las patentes originales. En cambio, le envió todas las multas a Droogie.
Después de explicar su peculiar situación al DMV y al Departamento de Policía de Los Ángeles (para no terminar en la cárcel, imagino), ambas autoridades le dijeron exactamente lo mismo: Que cambie su patente.
¿La respuesta de Droogie? «No, porque no he hecho nada malo». El DMV se contactó con el centro de procesamiento y borró los 12 mil dólares en multas, ¡pero no solucionó el error de fondo! Eso significa que Droogie sigue recibiendo multas, esta vez por más de seis mil dólares.
Fuente: Mashable