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Paseando al guepardo robótico del MIT

La primera vez que hablamos sobre este desarrollo fue en octubre de 2009. Eso nos confirma que los proyectos orientados a estudiar e imitar el desplazamiento de los animales no son nuevos, ni tampoco sencillos de seguir. Sin embargo, el guepardo robótico del MIT ha evolucionado notablemente, al punto que ya pueden sacarlo a pasear “sin collar”.

Acinonyx Jubatus, mejor conocido como guepardo o chita, es el animal terrestre de cuatro patas más veloz del planeta. La velocidad máxima de esta formidable criatura puede llegar a los 115 kilómetros por hora en los casos más extremos, siempre y cuando su carrera no supere el medio kilómetro de distancia. Observar a un guepardo correr detrás de una gacela es impresionante, pero al mismo tiempo es una excelente fuente de conocimiento. Después de todo, si lo que quieres es reproducir movimientos de alta velocidad utilizando un robot, difícilmente haya algo mejor que el felino más rápido del mundo para tomar como referencia.

 

Para el MIT, la decisión fue obvia, y su guepardo robótico lleva por lo menos media década en desarrollo. Las últimas novedades nos enseñan al prototipo del guepardo en pleno funcionamiento… sin collares, ni correas, ni cordones. Usualmente, estos diseños requieren de un cordón para recibir energía, pero el guepardo robótico ya puede cargar su propia energía en la forma de baterías, sin perder el equilibrio. Los parámetros de velocidad aún lo ubican muy lejos de su hermano de carne y hueso: El máximo es de 16 kilómetros por hora, y apenas puede saltar unos treinta centímetros. Aún así, verlo correr por el campus del MIT como si fuera una especie de híbrido entre perro y conejo es espectacular… y un poquito perturbador a la vez.

¿Qué sigue? En primer lugar, mejorar la mecánica del guepardo, optimizando su adaptación a terrenos más blandos, como el pasto y la tierra en donde lo vemos moverse. Y en segundo lugar, incrementar su velocidad final. Con las mejoras suficientes, los 16 kilómetros por hora podrían convertirse en 48, cerca de la mitad de lo que puede alcanzar un guepardo real. La mejor parte es que el MIT no está solo en esto. Sería una locura olvidar el trabajo de Boston Dynamics, ahora bajo el ala de Google, y los billetes que está invirtiendo DARPA en el desarrollo de robótica avanzada. Lo mejor está por venir.

Escrito por Lisandro Pardo

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