Oculus Rift sigue inspirando y ahora nos ha permitido ver en acción a una cuasi terapia de choque para curar el vértigo. Se llama skyDIEving y se trata de un juego de paracaidismo en realidad virtual en el que nos tenemos que tirar desde lo alto, atravesando nubes e islas flotantes, aunque sin paracaídas. Lo interesante es que para jugarlo, uno de los creadores se colgó de un arnés y utilizó un ventilador para emular el viento. Mira el vídeo.
Si hace algunos años atrás fue Kinect quien de un momento a otro inundó la web con decenas de experimentos y pruebas que lo involucraban, el turno ha llegado ahora para Oculus Rift, el sistema de realidad virtual de baja latencia en base a un visor montada sobre la cabeza. Utilizando este nuevo dispositivo, todavía en desarrollo, pudimos ver varias experiencias, como la de repartir el periódico en bicicleta al estilo vieja escuela o disparos a cubierto o en el Espacio, así como una página para compartir y comprar juegos, entre otras variantes del uso de su moderna tecnología. Ahora tenemos en frente la que proponen los creadores de skyDIEving, un juego para Oculus Rift en el que podemos hacer paracaidismo sin paracaídas, mientras nos dirigimos a la inevitable muerte.
En el juego empiezas cayendo desde una altura casi troposférica, y desde ahí comienzas a bajar a toda velocidad mientras que vas intentando controlar tu caída. La experiencia se completa con unos arneses desde los cuales te cuelgas para tener la sensación de estar flotando, aunque deberías poner un ventilador dándote aire desde abajo para que la experiencia sea totalmente rica. Con ventilador o no, caer sobre una pantalla que tienes a milímetros de tu visión debe ser una experiencia única y muy divertida, especialmente para los que sufren de vértigo. De vuelta en el software, mientras caes vas atravesando una serie de islas flotantes, al estilo de Mario Galaxy, Star Fox, Lomax, Sonic y otros juegos. Si pasas esas zonas a salvo, sumas puntos y sigues vivo, cosa que terminará abruptamente al ganar el juego llegando a tierra firme con todo el peso de una caída de kilómetros.
Hecho papilla contra el piso virtual, la terapia pareciera haber servido para Dan Borenstein, el chico que cuelga del arnés y juega a este prototipo para Oculus Rift, ya que no se animaba a hacer paracaidismo. El tema que llama la atención es justamente la parte en la que decimos “jugar”, pues no pareciera que Borenstein esté controlando de alguna manera su caída. No hay movimientos reconocibles por absolutamente ningún dispositivo, ya que no existe un soporte de Kinect para SkyDIEving y tampoco se ve un joystick o un teclado dentro de la escena. De todas formas, aunque esté controlado desde afuera o sea una caída pre programa en el demo, la idea del proyecto está bien realizada y en cuanto se aclare más específicamente el tipo de control, seguramente habrá muchos interesados en tirarse desde lo más alto con la seguridad de estar siempre a salvo en el centro de sus hogares.