No hay demasiadas dudas al respecto: dentro de poco tiempo, las actuales pantallas basadas en plasma o LCD serán reemplazas por las ultradelgadas y brillantes OLED. Sin embargo, no todo el mundo conoce la forma en que estos LEDs orgánicos hacen su magia. Pensando en ellos, los científicos del MIT han preparado una demostración del fenómeno implicado, cuyo actor estelar es un pepino electrocutado.
Aunque para un observador casual o desprevenido este vídeo pueda parecerle una publicidad de una marca de pepinos en vinagre (o de un fabricante de sillas eléctricas), lo cierto es que se trata de una didáctica demostración del principio de funcionamiento de las pantallas basadas en “diodos LED orgánicos”, más conocidas como OLED.
El profesor del MIT Vladimir Bulovic ha elegido al pobre vegetal como una muestra de lo que ocurre cuando una corriente eléctrica atraviesa una substancia orgánica. En determinadas condiciones, la circulación de electrones puede hacer que el conductor emita luz. Dependiendo de sus características físicas, el color emitido puede ser rojo, verde, azul o prácticamente cualquiera que queramos.
Una pantalla OLED es, básicamente, una grilla enorme en cuyos nodos se encuentran tres “micro pepinos”, uno encargado de entregar luz roja, otro verde y otro azul, conformando un píxel. Cuando la electrónica de control necesita que un determinado píxel brille con un color en particular, envía la cantidad de corriente apropiada a cada uno de los elementos de color para que la magia tenga lugar.