Después de haber regresado al espacio de las mirrorless entry con la Fujifilm X-A5, nos preguntamos si queda algo más para explorar aquí antes de continuar nuestro camino, y la respuesta es un rotundo sí. En esta oportunidad nos cruzamos con la Panasonic Lumix DMC-G7, un modelo que se remonta a mayo del año 2015, pero que se ha vuelto muy interesante gracias a sus muy buenas imágenes, un excelente vídeo 4K, y un precio en el nivel correcto.
Algunos buscan esa «primera cámara» que los haga entrar de lleno al fascinante mundo de la fotografía. Otros acumulan un poco más de experiencia, y sienten que necesitan un «segundo cuerpo» para esos momentos más casuales que no requieren trasladar a una réflex entera. El formato mirrorless está especialmente preparado para cumplir con ambos objetivos a la vez, y la mejor parte es que nuestros bolsillos no terminan en llamas.
Una vez más, la clave está en poder de Panasonic. Ya hemos cruzado espadas con sus mirrorless en el espacio sub-500 (la DMC-GX80 y la DMC-GX800 son dos ejemplos muy interesantes), y si decides subir un par de escalones más podrás acceder a modelos como la DMC-GX9 y la DMC-LX100 II. Pero hoy es el turno de la Panasonic Lumix DMC-G7, que con menos de 450 euros en su etiqueta, definitivamente merece tu atención.
Panasonic Lumix DMC-G7: Pequeña gigante
Anunciada originalmente en mayo de 2015, la Panasonic Lumix DMC-G7 presenta un sensor CMOS «cuatro-tercios» de 16 megapíxeles efectivos. Su sensibilidad ISO se extiende de 160 a 25.600 con un Boost hacia abajo de 100, mientras que la velocidad de obturación oscila entre 1/4000 y 60 segundos, o 1/16000 con el sistema electrónico. La pantalla de 3 pulgadas es táctil y abatible, con una definición de 1.04 millones de puntos, y el viewfinder OLED no se queda atrás, con 2.36 millones de puntos, y una cobertura del 100 por ciento.
El sistema de autoenfoque de la Panasonic Lumix DMC-G7 se basa en 49 puntos con tecnología de detección de contraste. Este es uno de los primeros aspectos que los fabricantes ajustan para reducir el precio de sus cámaras, pero todo parece indicar que Panasonic decidió no cambiar nada, y su rendimiento de rastreo es mucho mejor a lo esperado. Con un simple toque en la pantalla debería ser suficiente para que nada se escape.
Por el lado del Burst, los números son muy consistentes: 8 FPS a velocidad máxima, o 6 FPS si se elige el autoenfoque continuo. El obturador electrónico habilita niveles de Burst más altos, pero tiende a cometer errores más seguido, y los movimientos laterales muy veloces pueden provocar un poco de rolling shutter. La buena noticia es que la mirrorless recibió un par de updates para su firmware, destinados a optimizar el rendimiento del Burst.
La interfaz y el diseño general de la Panasonic Lumix DMC-G7 son ligeramente intimidantes al principio. Con cuatro diales en la parte superior y cinco botones Fn dedicados, cualquiera pensaría que está manejando una réflex. Al mismo tiempo, las funciones en pantalla son… tal vez demasiado numerosas para algunos usuarios. Sin embargo, siempre apreciamos un perfil más «manual», ya que estimula el aprendizaje y la experimentación. Si logras dominar a la Panasonic Lumix DMC-G7, no tendrás ningún inconveniente en transiciones futuras.
Del lado derecho de la cámara encontramos a los diales frontal y trasero (ambos personalizables), y al dial de modo principal con un total de diez entradas: Automático Inteligente, Automático Programable «P», Prioridad de Apertura «A», Prioridad de Obturación «S», Manual «M», Modo Creativo para imagen en movimiento (la cámara con la M), Modo Personalizado «C», Panorámica, Guía a la escena, y Película Creativa. Las opciones de personalización son extremas, lo cual se ve reflejado en el manual, con más de 400 páginas.
Si hay algo que coloca a la Panasonic Lumix DMC-G7 por arriba de sus rivales directas, es la grabación de vídeo. Esta mirrorless puede grabar 4Kp30 a 100 megabits por segundo (tomado de un crop del sensor), una opción bastante avanzada al momento de su lanzamiento. Además incluye focus peaking y zebra, dos modos que nos ayudan a mejorar el enfoque manual y la exposición, y una entrada para micrófono auxiliar.
En lo que se refiere a conectividad, digamos que la Panasonic Lumix DMC-G7 trata de hacer todo a la vez, o sea que arrastra con una complejidad a veces innecesaria. Lo más probable es que te limites a transferir fotos de la cámara al teléfono con la Image App, y te detengas ahí. Como siempre, la aplicación móvil demanda paciencia, y los comentarios de los usuarios hablan por sí solos.
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Accesorios para Panasonic Lumix DMC-G7
Al momento de escribir estas líneas, la Panasonic Lumix DMC-G7 se encontraba disponible con un precio de 440 euros bajo un kit que incluye un objetivo Lumix G Vario 14-42. Eso la vuelve muy competitiva más allá de algunos detalles evidentes como el tamaño del sensor, pero su rendimiento no defrauda. Si hablamos de accesorios compatibles, lo único que tenemos para compartir son buenas noticias. Las opciones alternativas son abundantes, con precios muy razonables.
Baterías y alimentación
Las especificaciones oficiales sugieren un promedio de 350 disparos para una batería completamente cargada en la Panasonic Lumix DMC-G7. No es un rendimiento espectacular, pero hemos visto cámaras peores en este aspecto. Por suerte, el proceso de sumar un módulo Gloxy DMW-BLC12 nos cuesta apenas 25 euros (contra casi 60 de una batería original), y el cargador híbrido 2 en 1 Gloxy para casa y coche sigue flotando entre los 20 y los 25 euros.
Trípodes y soportes
- Altura máxima de 1626 mm (columna central extendida)
- Con una increíble capacidad de carga de 10 kg
- Patas con 4 secciones y cierre de pestañas
- Patas con goma antideslizante + puntas metálicas
- Rótula con plato de liberación rápida
- Nivel de burbuja integrado en la rótula
- Rosca universal estándar 1/4"
Con un total de 410 gramos (batería incluida), las exigencias de esta mirrorless son mínimas, pero si consideramos a funciones como el time lapse o situaciones de muy baja luz, es una muy buena idea sumar un trípode para Panasonic Lumix DMC-G7. La mejor relación costo-beneficio sigue en favor del Gloxy GX-T6662A, con 1.6 metros de altura máxima, y hasta 10 kilogramos de carga. Entre las opciones compactas, el Clampod Takeway T2 ya reemplazó por completo al modelo anterior, optimizando su diseño sin arruinar el precio.
Mochilas y bolsas
¿Es necesaria una mochila entera para una mirrorless como la Panasonic Lumix DMC-G7? Tal vez no, pero debemos recordar que la cámara no posee sellado contra el clima, y siempre existe la posibilidad de que nos veamos obligados a llevar algo extra. Ahí es cuando interviene la Gloxy PRO AW, con tres tamaños diferentes, interior modificable, y funda impermeable. Ahora, si estás convencido de que prefieres algo más compacto, busca una bolsa Delta 400a Fancier. No sacrifica espacio, su estilo bandolero es muy atractivo, y se ve genial en ambos colores (negra o verde).
Flashes
Las últimas mirrorless que pasaron por aquí poseen alguna forma de flash integrado, y la Panasonic Lumix DMC-G7 no es la excepción, pero si crees que la luz te traicionará, entonces deberías cargar con un poco de poder de fuego adicional. Eso me lleva a repetir mi recomendación del Meike MK-320, con número de guía 32, 150 gramos, y un precio imbatible.
Objetivos
Si estás imaginando a la Panasonic Lumix DMC-G7 como un «segundo cuerpo» dentro de tu equipo, entonces es posible que quieras incorporar un objetivo que le permita ir más allá del 14-42. Dicho eso, admito que el Tamron 14-150mm f73.5-5.8 Di III sugerido es más caro que la propia cámara, pero todo objetivo es una inversión (no un gasto), y calculo que no tendrás dificultades para extraer más valor de él en el futuro.
En resumen, a menos de 450 euros, la Panasonic Lumix DMC-G7 tiene todo para formar parte de tu mundo fotográfico: Buenas imágenes en JPEG y RAW, amplia personalización, y un 4K que otras cámaras al mismo precio simplemente no pueden alcanzar. ¡Buena suerte!
