Cuando jugábamos a “qué super poder te gustaría tener”, uno de los poderes más escogidos era el de ser invisible. La experiencia de no ser vistos nos ahorraría muchísimas limitaciones, y los científicos han trabajado en favor de esto investigando las cualidades de lo visible, para justamente lograr lo contrario. Si has estado esperando un momento para ver en acción a una capa invisibilizadora de objetos, los investigadores John Howell y Benjamin Howell de la Universidad de Rochester han demostrado un nuevo tipo de invisibilidad de bajo costo que se puede utilizar para ocultar objetos de casi cualquier tamaño. La invisibilidad es el sueño de toda la ciencia, los militares y los pervertidos, y desde décadas se viene investigando a fondo qué es lo que se puede hacer para crear un objeto o sustancia que no refleje la luz y por lo tanto sea invisible. Con el tiempo se ha conseguido cierto efecto de invisibilidad, de forma artificial, gracias a telas compuestas por estructuras electrónicas nanométricas. Aún en 2013, la invisibilidad no es algo fácil de conseguir artificialmente y su utilidad se ve muy limitada. Por esto es que muchos inventores e instituciones están buscando la forma de hacer tangible una forma de hacer invisibles objetos, o a ellos mismos. Hoy ha trascendido la noticia de un padre e hijo que han creado un camuflaje de invisibilidad que los ha convertido casi que en los primeros humanos en hacerse invisibles con 3 dispositivos tan efectivos como baratos. https://www.youtube.com/watch?v=oJb9RnAVDuE El camuflaje o encubrimiento es un tema común tanto en la cultura popular y como en la comunidad científica, y este implica la capacidad de esconder un objeto o una persona de la visión a determinadas frecuencias. Hasta el momento, los experimentos presentados al público sólo permitían esconder objetos de tamaños ínfimos y en específicas frecuencias. Sin embargo, El científico de la Universidad de Rochester (Estados Unidos), John Howell creó un camuflaje que es capaz de ocultar objetos de gran tamaño a través de todo el espectro óptico. La capacidad del espejo camuflaje es una sola, y esta corresponde a que sólo puede ocultar un objeto en una sola dirección de visión, aunque se ha dicho que esto podría no ser un problema para determinados usos, como el de los satélites que orbitan la tierra o para ejercicios sobre planos. El invento está dividido en dos partes. La primera consta de un dispositivo de plexiglás y cubos de agua en forma de L. El segundo utiliza cuatro lentes de 3 dólares cada uno para lograr un camuflaje óptico, y el último se hace de la función de un conjunto de espejos similares a los que utilizan los magos. Con la vinculación material de estos ingredientes, John Howell logró curvar la luz en un espacio específico y ocultar un objeto. Es decir que el método implica el uso de una matriz de lentes y espejos convencionales que dirigen la luz alrededor de una región del espacio haciendo que cualquier objeto dentro de esa región se vuelva efectivamente invisible. En este caso, a sus hijos Benjamin e Isaac. Más interesante aún es que este concepto de camuflaje de invisibilidad es de bajo costo, pues para realizarlo se utilizaron materiales económicos y no se gastaron más de 150 dólares. Howell enfatizó también la facilidad con la que su tamaño puede escalarse, lo que lo convierte en una alternativa viable para todo tipo de actividad industrial y tecnológica.
Padre e hijos inventan la “invisibilidad” de bajo costo
Fuente:Rochester