Los videojuegos tienen un encanto especial porque no son reales, entonces cada vez que perdemos, podemos volver a empezar desde donde quedamos. Ahora, gracias al trabajo de Ingmar Riedel-Kruse y su equipo, de la Universidad de Stanford, podemos ver el inicio de los videojuegos en algo llamado, “juegos bióticos” donde se utilizan microorganismos como los paramecios, para llevar a cabo juegos clásicos como Pac-Man y Pong.
No vamos a negar que la última versión de Pac-Man, Pac-Man Championship Edition DX nos causó una gran impresión. A pesar de ser un juego de 31 años, Namco Bandai encontró la manera de hacerlo relevante una vez más. Pero esa impresión no le llega a los talones al efecto que nos produjo un experimento como Pac-mecium, desarrollado en la Universidad de Stanford. Llamados “juegos bióticos”, es algo verdaderamente nuevo e imaginativo.
El creador de este inusual experimento se llama Ingmar Riedel-Kruse y logró crear los primeros videojuegos bióticos al insertar organismos vivos (paramecios), a la tecnología de los videojuegos. De la misma manera que en un videojuego, las acciones del jugador dirigen las acciones del personaje en pantalla, pero en este caso, el “personaje” es un microorganismo. El jugador es capaz de ver la acción en una pantalla en tiempo real, que es filmada con una cámara y se sobreimpone una tabla del juego correspondiente en la imagen final.
Y como buen fanático de los clásicos videojuegos, Riedel-Kruse utilizó la misma técnica para hacer varios juegos. Por ejemplo, una versión de Pac-Man. El jugador utiliza un mando para cambiar la polaridad de un campo electrificado, en una cámara de fluidos llena de paramecios y, dependiendo de la polaridad, los bichitos cambian de dirección. Guiándolo a través de la pantalla, debe comer pastillas virtuales, evitando un pez que pasa de vez en cuando y un microprocesador lleva la cuenta de la partida.
Y como este, creo varios diferentes. Por ejemplo uno de fútbol, un pinball y hasta Pong, que pueden verse en el vídeo ubicado arriba. Más allá de lo impresionante de este experimento, los científicos quieren que funcione como un recurso educativo, para enseñar sobre las bases de la biomedicina y biotecnología. Y tiene esperanzas que este será tan solo el principio de los juegos bióticos, ya que además de enseñar, se podrían utilizar para hacer experimentos masivos durante las partidas.