La muestra de suelo marciano recogido por el brazo robótico de la sonda Phoenix Polar Lander aún no ha podido ser analizada. Extrañamente, el material que se depositó sobre la entrada del equipo de análisis no ha caído en su interior. Los científicos creen que puede deberse a la presencia de terrones en la muestra.
Los controladores de vuelo de la NASA están teniendo mucho trabajo para efectuar los experimentos que debía levar a cabo la Phoenix Polar Lander. Luego de un exitoso viaje y descenso sobre Marte, se supo que había algún tipo de fallo intermitente en el control del brazo robótico.
A pesar de ese inconveniente, finalmente pudieron recoger una muestra del suelo marciano, y el brazo la colocó con éxito en una de las entradas del TEGA(Thermal Evolved Gas Analyzer), el instrumento encargado de analizar la composición del suelo marciano. Sin embargo, aparentemente nada de ese material ha llegado al interior del instrumento.
Los científicos creen que puede deberse a que la muestra esté compuesta por “terrones”, o mayormente por partículas más grandes que el paso de la rejilla que cubre la entrada del TEGA. A pesar de que el instrumento en cuestión dispone de un vibrador que se encarga de sacudir el material de muestra para ayudar que penetre en su interior, esto no ha ocurrido.
La NASA planea golpear el suelo con la pala instalada en el brazo robótico antes de tomar otra muestra, lo que debería bastar para moler los terrones que la componen. Los resultados de esta operación serían comunicados por la agencia espacial hoy mismo.