Pocas cosas son tan placenteras como observar a un ordenador «antiguo» cumpliendo sus tareas originales y resistiendo el paso del tiempo. Imagino que nuestros lectores aún recuerdan al Commodore 64 instalado en un taller polaco, pero hoy tenemos algo que nos obliga a ir más atrás. Se trata de un IBM 1401 del año 1959, compilando nada menos que Fortran.
Restaurar a un ordenador retro puede ser algo tan sencillo como limpiar su carcasa y eliminar un poco de óxido en su interior, o demandar una cirugía a corazón abierto sin resultados seguros. Reparar y conservar a estos titanes del hardware es crítico para garantizar la integridad de nuestro legado informático, y lo mismo se extiende al software a través de las emulaciones. Un amplio número de fans han formado comunidades dedicadas a uno u otro ordenador en las que comparten toda clase de recursos (desde trucos hasta partes), aunque hay sistemas allá afuera que requieren un esfuerzo superior. Un buen ejemplo es el Xerox Alto, cuya restauración fue documentada por el canal CuriousMarc en YouTube, pero entre sus vídeos también hay espacio para ordenadores que ya están funcionando, y uno de los más impresionantes es el IBM 1401, tan grande que merece una exhibición completa:
El ojo entrenado probablemente lo reconozca: Es el mismo IBM 1401 que imprimió una tarjeta de Navidad a fines del año pasado. En esta oportunidad, el llamado «Ford T de los ordenadores» (IBM fabricó más de 12.000 en casi doce años de actividad) fue utilizado para una tarea más apropiada y compatible con su época, que es la de compilar y ejecutar un programa escrito en Fortran II. En el vídeo podemos apreciar cómo se cargan las tarjetas perforadas con el código fuente en el impresionante lector IBM 1402 (utilizado en muchas otras series además de la 1400), y una cinta con compilador de Fortran II, que al parecer demandó meses de trabajo. Lógicamente, el proceso no es del todo «limpio» y necesita varios ajustes en el camino. Al principio, el IBM 1402 sólo leyó una tarjeta porque la impresora de cadena no estaba preparada, y en un momento el tablero «se llenó de rojo» con múltiples errores.
Rápidamente surgió una apuesta entre los encargados de restaurar a ese magnífico IBM 1401, quienes tenían dudas sobre su capacidad de compilar Fortran porque todo debe funcionar a la perfección para que llegue a buen puerto. El vídeo explica que el IBM 1401 es muy bueno en operaciones como suma, resta, lectura de datos e impresión a alta velocidad, pero cualquier cálculo avanzado lo lleva al límite. Aún así, el IBM 1401 tuvo éxito, y en un tiempo más que aceptable para una plataforma que trabaja a una frecuencia de 90 kHz. Si quieres saber más de este ordenador, no dudes en visitar su página oficial (enlace más abajo).