La idea de acelerar discos duros con una pequeña unidad de estado sólido como compañera no es nueva. Las mejoras pueden ser importantes dependiendo de la carga de trabajo y el tipo de datos a procesar, pero al final del día los usuarios prefieren un SSD puro y duro que exprima el sistema al máximo. Sin embargo, ahora aparece Intel con su tecnología Optane. El gigante de Santa Clara acaba de presentar a Optane Memory, un módulo M.2 que (en teoría) dará a los discos duros tradicionales un buen shock de rendimiento, cortesía de 3D XPoint.
Los discos duros se mantienen como reyes de la alta densidad, más allá de algunos prototipos en estado sólido con especificaciones impresionantes. Hace poco hablamos sobre un nuevo disco duro de 12 TB fabricado por Seagate, y todo parece indicar que la capacidad seguirá creciendo. Ahora, ¿qué se puede hacer en cuanto al rendimiento? Muchos usuarios han adoptado una configuración híbrida, o sea, un SSD con el sistema operativo y los archivos más críticos, seguido por un disco duro encargado del trabajo pesado. Un SSD estándar de 120 gigabytes no supera los 70 euros, y hay múltiples marcas con excelente reputación para elegir. En el caso de los ordenadores portátiles, lo más probable es que el combo SSD+HDD no sea posible por una cuestión de espacio, pero hay otras interfaces disponibles, y así llegamos al último anuncio de Intel…
El nombre del nuevo juguete es Optane Memory, pero no se trata de un SSD independiente, sino de un módulo caché pensado para la aceleración de discos duros. Intel comenzó a explorar este concepto a través de su Smart Response Technology en 2011, y con el debut formal de Optane, se esperan beneficios aún mayores. El módulo estará disponible en formato M.2 2280, con versiones de 16 y 32 gigabytes. Al igual que sucede con su primer producto, Optane Memory hace mucho énfasis en la latencia, y su velocidad de lectura asciende a los 1.200 megabytes por segundo. Su escritura secuencial presenta un número más humilde, 280 megabytes por segundo, al mismo nivel de un SSD básico.
Lamentablemente, el módulo Optane Memory viene con mucha letra pequeña, la cual se reduce a cuatro puntos: La tecnología es exclusiva para procesadores Kaby Lake o superior (también requiere un chipset de la serie 200 en la placa base), sólo funciona con la unidad de sistema, requiere configurar al ordenador en modo RAID (y no en AHCI), y su soporte de software se limita a Windows 10 x64. Intel publicó tanto la fecha de lanzamiento como los precios (24 de abril, 44 y 77 dólares), pero no hay dudas de que Optane Memory será una opción mucho más interesante para los OEM. En vez de instalar un SSD de alta capacidad y disparar el costo de sus portátiles, tendrán la posibilidad de ofrecer un disco duro tradicional, acelerado por el módulo.
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