Aunque hoy en día los grandes artistas del mañana son descubiertos por personas que dicen saber lo que le gusta a la gente, eso parece que está por cambiar. Según investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en el futuro las grandes bandas serán elegidas por un algoritmo de ordenador que, mediante búsquedas en populares programas P2P, puede predecir los próximos éxitos.
La música ya no es lo que era. Bueno, por lo menos eso pensamos algunos. Este arte está en constante cambio y no siempre podemos estar de acuerdo con lo que está de moda. Pero aunque la música y los artistas cambien, algo que nunca cambió fue quién descubría esos artistas. Detrás de una gran banda siempre hubo una persona que los encontró y los condujo hasta la cima.
Pero parecería ser que eso está por cambiar. Según un grupo de investigadores en la Universidad de Tel Aviv, en un futuro no tan lejano las próximas bandas suceso no serán elegidas por personas sino por ordenadores. El grupo, liderado por Yuval Shavitt, desarrolló un algoritmo que utiliza resultados de búsquedas en programas P2P para predecir cuál será el próximo éxito o la próxima gran banda.
Hasta ahora el algoritmo ha mostrado un 50% de resultados positivos, prediciendo que canciones como “Crank That" de Soulja Boy y “Temperature” de Sean Paul iban a ser grandes éxitos (y terminaron siéndolo). Aunque si lo ponemos en perspectiva, si hoy decimos que “Mi Vieja Mula” será el éxito del verano, también tenemos probabilidades de que suceda. Eso sí, este software también predijo el éxito del single “Party Like a Rockstar” mucho antes de que llegará a la cima de las listas y de que la banda, Shop Boyz, firme con Universal.
Para lograr esta clase de resultados, los investigadores analizaron entre 30 y 40 millones de búsquedas hechas en Gnutella, la red P2P más grande de Estados Unidos. En el futuro tiene otros planes para este algoritmo, como ver si canciones nuevas de artistas reconocidos venden grandes cantidades por ser buenas o por ser cantadas por un artista determinado. Eso sin duda pondría fin a la farsa de muchos que se hacen llamar artistas y no son más que títeres cuidadosamente seleccionados por mentes siniestras que buscan manipular cierto sector de la población.
Aunque también podemos ver el otro lado de la moneda y reconocer que este algoritmo puede ser una gran manera para que las compañías discográficas se ahorren dinero en contratar solo a los artistas con más posibilidades de tener éxito. Lo que haría que aún menos músicos tengan chances de triunfar y solo triunfarían aquellos que sean escuchados por el público general, que sería la misma música popular de siempre y culminaría con la implosión del Universo. O en su defecto, muy mala música en la radio.