Buenas noticias para los usuarios que abren docenas de pestañas en sus sesiones de navegación. Cargar semejante cantidad de contenido en un solo movimiento puede provocar que el navegador se tome un minuto (o más) en hacer su trabajo, pero la gente de Opera anuncia que la nueva versión 41 es un 86 por ciento más rápida que su predecesora, mientras que con apenas doce pestañas el aumento ya es superior al 50 por ciento. ¿Será eso suficiente para que cambiemos de navegador? Solo hay una forma de averiguarlo…
La situación general de Opera no cambió. Si tenemos en cuenta a todas sus versiones de escritorio, el porcentaje de mercado apenas logra superar el dos por ciento. Varios sitios de estadísticas ya ni siquiera colocan al navegador como una «medición independiente», sino que arrojan sus valores dentro de la categoría «Otros». La adopción de tecnología proveniente de Chromium no mejoró demasiado la situación, y muchos usuarios allá afuera tienen dudas sobre los nuevos dueños de Opera, la compañía de seguridad china Qihoo 360, que recientemente entró en conflicto con Mozilla por un problema de certificados SHA-1. Mientras todo ese «caudal» de agua corre bajo el puente, una nueva versión de Opera acaba de salir al ruedo, y viene con cambios importantes en lo que se refiere a velocidad.
De acuerdo a la información oficial, Opera 41 ha sido equipado con una secuencia de inicialización mucho más eficiente, la cual puede reducir a la mitad el tiempo de carga cuando se la compara con Opera 40. La demostración que observamos en el vídeo carga un total de doce pestañas, pero la diferencia es aún mayor si aumentamos la cantidad de páginas abiertas. En un caso al que podríamos considerar como «extremo», una sesión de 42 pestañas necesita 63.5 segundos en Opera 40, y con Opera 41, el tiempo se reduce a 8.6 segundos, una mejora efectiva del 86 por ciento. A esto se suma una mayor duración de la batería en videoconferencias, aceleración de hardware para los pop-outs de vídeo, y optimizaciones en la sección de noticias.
Más allá de este notable aumento en la velocidad de inicio, Opera todavía no ha logrado eliminar ciertos bordes filosos (por ejemplo, el pop-up para vídeos es bastante caprichoso), ni evitar políticas que no benefician al usuario, comenzando por la (aparente) imposibilidad de eliminar los motores de búsqueda instalados de fábrica, o cambiar sus atajos de teclado. El proceso requiere de un hack bastante desagradable en los archivos de instalación, por lo tanto, esperamos que sus responsables cambien de opinión. Opera nos ofrece sin lugar a dudas una visión diferente de la tecnología Chromium, y en algunos aspectos ya superó a la versión base, pero el trabajo sobre los navegadores nunca termina.