A principios de Octubre del año pasado hicimos una cobertura sobre el OpenWorm, un proyecto biotecnológica que tenía por fin el simular un gusano para comprender nuestro cerebro. Con una estructura open source, el proyecto se desarrolló y logró hacer que el gusano simulado digitalmente se mueva por primera vez, demostrando que se puede simular un organismo vivo célula por célula.
El poder computacional sigue dando frutos proveyendo de la estructura práctica necesaria para la concreción de proyectos tan idílicos como la simulación de un organismo vivo célula por celular. El caso del Proyecto OpenWorm lo hablamos hace un año, cuando los investigadores daban sus primeros pasos frente al público mostrando los avances de lo que era un gusano digitalmente simulado y en cuyo desarrollo podías participar donando a la causa o también codificando sobre el código abierto en GitHub. La especie elegida fue un nematodo, un gusano de la clase Caenorhabditis elegans que sirve especialmente por lo “simple” de su sistema nervioso, que cuenta con sólo 302 neuronas y 1000 células. Sumidos en intenso trabajo durante todo un año, recientemente se ha actualizado el estado de la experimentación y nos hemos enterado de que el gusano simulado digitalmente se ha movido por primera vez.
¡Está vivo, está vivo! se habrá gritado frankensteineamente en los laboratorios de OpenWorm, pues el gusano ha hecho sus primeros movimientos basándose en un algoritmo que emula contracciones musculares. El logro involucró la coordinación de más de 1.000 células, haciendo que se retuerzan de la misma manera al mismo tiempo. En el video se muestra cómo ha sido el primer movimiento del gusano simulado célula por célula, algo que para el ojo inexperto puede resultar insignificante pero que en realidad es una demostración de lo viable que ha resultado la inversión en este experimento fundamental para comprender un poco más sobre cómo funciona el sistema nervioso de las pequeñas formas de vida.
El proyecto utiliza lenguaje de código abierto como OpenCL y Python, y utiliza el simulador NeuroML, que correrá sobre un GPU cluster de 5 teraflops, algo así como 50 ordenadores de escritorio convencionales. Según sus responsables, todavía falta terminar el código para simular el sistema nervioso central del gusano y mejorar los tiempos de reacción, pues actualmente demora más de 72 horas en emular un tercio de segundo de la actividad real del gusano C. Elegans. Como siempre, puedes seguir de cerca este experimento tan importante para conocer el funcionamiento del cerebro humano a través de su página web, desde donde también podrás inscribirte para colaborar con el proyecto OpenWorm de diferentes formas.