Muchos proyectos nacen, otros mueren, y después están aquellos que sirven como plataforma para algo mejor. El caso de OpenOffice podría encajar en esa tercera categoría. Después de que Oracle adquirió a Sun en el año 2010, los esfuerzos de desarrollo sobre OpenOffice cayeron en picada, y ni siquiera su cesión a la Apache Foundation cambió las cosas. La falta de colaboradores sumada al gran momento que atraviesa LibreOffice podría llevar al cierre definitivo del reconocido proyecto.
Quien desee una copia de LibreOffice puede descargar los últimos builds de las variantes Fresh y Still, publicadas el pasado 3 de agosto. En cambio, la actualidad de Apache OpenOffice es muy diferente: Su última versión estable tiene más de diez meses de antigüedad, sufre problemas de seguridad, y como si eso fuera poco, no cuenta con la cantidad suficiente de colaboradores, quienes abandonaron el proyecto por completo, o derivaron sus esfuerzos hacia LibreOffice. Dicho eso, es hora de hacer algunas preguntas complicadas, y el primero fue Dennis Hamilton, vicepresidente voluntario del proyecto Apache OpenOffice, quien reporta sus avances (o la falta de ellos) a la Apache Foundation. El encabezado de su correo electrónico lo dice todo: ¿Qué implicaría el retiro de OpenOffice?
De acuerdo al punto de vista de Hamilton, no existe una cantidad suficiente de desarrolladores con la capacidad y la voluntad para mantener a flote un proyecto que en estos días posee media docena de voluntarios. Aún no se tomó ninguna decisión, pero el retiro total de OpenOffice se ha convertido en «una posibilidad seria». En julio, OpenOffice publicó una alerta sobre una vulnerabilidad con el potencial de generar ataques DoS y brindar ejecución de código, y el parche correspondiente tardó más de un mes en aparecer, cuando en realidad ya se había trabajado sobre su código en marzo. En otras palabras, la demora efectiva fue de cinco meses. Debido a estos inconvenientes, la Apache Foundation ahora solicita reportes mensuales del proyecto.
¿Cómo sería el retiro de OpenOffice? Básicamente, su código quedaría disponible para cualquiera que desee usarlo, pero no se aceptarían cambios posteriores. Los binarios permanecerían en almacenamiento aunque sin actualizaciones, y el mecanismo de anuncio utilizado por los updates sería modificado con el objetivo de recomendar a los usuarios alternativas que aún posean soporte. Todo el aspecto social de OpenOffice (Facebook, Twitter, listas de correo, etc.) sería dado de baja, salvo una dirección de correo para la Apache Foundation en caso de que un tercero desee licenciar el nombre OpenOffice. Varios desarrolladores se han expresado en contra de retirar al proyecto, y las estadísticas indican que tuvo casi 30 millones de descargas el año pasado. ¿Retirar o revitalizar? OpenOffice es un nombre muy conocido, pero el código no se escribe solo…