Lisandro Pardo
La primera vez que hablamos sobre OnionShare fue en julio de 2014. Su desarrollo surgió de la necesidad que tienen muchos periodistas alrededor del mundo de transferir archivos y proteger sus fuentes en simultáneo, pero eso no impide a los usuarios comunes descargar una copia para hacer lo mismo. OnionShare trabaja junto al Tor Browser, y es muy fácil de usar.
En lo personal no me gusta compartir archivos online. No es que considere al método defectuoso o algo parecido, sino que mis proveedores locales lo convierten en una verdadera pesadilla. Las velocidades de subida sincronizadas con las de bajada son efectivamente un mito (al menos en donde yo vivo), y si el paquete de archivos suma varios cientos de megabytes, tengo que esperar un buen rato (he sufrido transferencias de tres horas y media).
Ahora, en otras regiones esto no sucede, y sus velocidades de subida son mucho más decentes, lo que abre la posibilidad de compartir archivos en forma segura, anónima, y privada. La red Tor cumple con esas tres condiciones, pero no es tan amigable que digamos. Se necesita algo que haga al proceso más sencillo, y ahí es cuando interviene OnionShare.
El trabajo de OnionShare es crear una especie de mini-servidor con los archivos que deseamos compartir, y generar una dirección .onion para compartirla con el destinatario. OnionShare tiene la capacidad de conectarse a la red Tor usando puertos de control o archivos socket, pero la manera más simple es descargando una copia del Tor Browser, y dejar que se ejecute en segundo plano.
Cuando hacemos clic en «Encender servidor», OnionShare utilizará la conectividad del Tor Browser para que los archivos queden expuestos a la red. El destinatario ingresa la dirección en su copia de Tor Browser, y procede a la descarga.
El acceso al mini-servidor puede ser protegido con una contraseña, y no parece haber un límite en la cantidad de carpetas o archivos a compartir. A diferencia del Tor Browser, OnionShare no es un programa portátil, por lo que requiere de una instalación formal. Es completamente open source, y compatible con Windows, Linux, o Mac.
