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Olympus OM-D E-M5 Mark III: Potente y compacta, pensada para viajeros

Una actualización sólida, en los puntos correctos

Olympus OM-D E-M5 Mark III

A principios de diciembre decidimos explorar a la Olympus OM-D E-M5 Mark II, una cámara que sabe defenderse bastante bien aún con cinco años sobre los hombros. Sin embargo, muchos usuarios allá afuera estaban esperando una actualización sustancial, comenzando por un sensor más grande, soporte 4K sin compromisos, una velocidad de obturación superior, y sellado contra el clima. Por suerte, la Olympus OM-D E-M5 Mark III marca todos esos casilleros y más, a un precio que podemos considerar como correcto.

Nuestro peregrinaje fotográfico nos lleva una vez más al colorido territorio de las cámaras mirrorless, que siguen adelante con esa compleja danza que combina calidad, funciones, tamaño y precio. Tal y como lo mencioné en el artículo anterior dedicado a la Canon EOS M6 Mark II, algunas compañías entienden al formato mejor que otras. Su «danza» es más limpia y refinada por así decirlo, con cambios positivos muy precisos que se ven reflejados en cada nueva generación de productos.

Hoy es el turno de Olympus y su OM-D E-M5 Mark III. Media década la separa de su predecesora, y no hay dudas de que ha corrido mucha agua bajo el puente. Actualizaciones en el sensor, el sistema de autoenfoque, la estabilización de imagen, el sellado contra el clima y los modos de vídeo sugieren un perfil más orientado a entusiastas exigentes, pero esta mirrorless tranquilamente podría pasar como «primera cámara» para alguien dispuesto a viajar mucho y capturar todo en su camino.


Olympus OM-D E-M5 Mark III: Nueva… y familiar

En la imagen, su edición plateada con un 14-150 instalado

Anunciada originalmente en octubre del año pasado, la Olympus OM-D E-M5 Mark III presenta un sensor CMOS cuatro tercios de 20.4 megapíxeles efectivos, respaldados por la octava versión del procesador de imágenes TruePic. Su sensibilidad ISO se extiende de 200 a 25.600 con un Boost inferior de 64, mientras que la velocidad de obturación oscila entre 1/8.000 y 60 segundos, o 1/32.000 con el sistema electrónico. Su pantalla de tres pulgadas es táctil y completamente articulada, con una definición de 1.04 millones de puntos, y por el lado del viewfinder encontramos un módulo actualizado a tecnología OLED, con 2.36 millones de puntos y cobertura del 100 por ciento.


Táctil «y» artículada, tal y como se espera en estos días

El sistema de autoenfoque en la Olympus OM-D E-M5 Mark III fue básicamente extraído de su hermana mayor, la Olympus OM-D E-M1 Mark II. Eso significa que tenemos una configuración híbrida basada en 121 puntos de detección de fase, funciones de rastreo, detección de ojos y rostros. La cámara también incluye un parámetro de sensibilidad que el usuario deberá ajustar dependiendo de qué tan errático sea el sujeto a fotografiar.

La buena noticia es que su rendimiento no es abismal. La mala es que sufre de algunos «dolores de firmware» que probablemente deberán ser corregidos en el futuro (el único update disponible hasta la fecha es «menor»). El Burst máximo de la cámara asciende a 30 FPS, con 10 FPS como valor intermedio, o 6 FPS si prefieres seguir la ruta mecánica. Para cualquier captura relacionada con acción o movimientos extremos, nuestros colegas sugieren utilizar el modo electrónico a 10 FPS con la sensibilidad al máximo, y estamos de acuerdo con eso… al menos hasta que Olympus recoja el guante aquí. Su competencia es fuerte, y no puede quedarse atrás.


Muchos diales, pero no temas

La interfaz de la Olympus OM-D E-M5 Mark III no se aleja demasiado de su predecesora, pero aún así descubrimos algunos ajustes de alto perfil. Por ejemplo, el dial de modo regresó al lado derecho de la cámara, liberando espacio para los botones de cambio de pantalla y temporizador, además de la palanca de encendido. La parte trasera se mantiene relativamente poblada, con un total de siete botones y un «panel de flechas» como lo llama Olympus. La palanca de función puede controlar el autoenfoque o modificar el comportamiento de los diales, que dicho sea de paso, tienen el tamaño y la ubicación exacta.

En lo que al dial de modo se refiere, la Olympus OM-D E-M5 Mark III nos entrega Full Auto, Escena «SCN», Filtro Artístico «ART», Vídeo, Automático Programado «P», Prioridad de Apertura «A», Prioridad de Obturación «S», Manual «M», Bulb «B», y una entrada personalizada «C» que podemos programar a gusto. El resto de los detalles, en el manual, con 260 páginas muy fáciles de seguir.


1-1000 f3.2 ISO 800
1-8000 f1.2 ISO 400
2s f4 ISO 200

Llegando al modo de vídeo, la Olympus OM-D E-M5 Mark III se comporta como una versión comprimida de la E-M1 Mark II. Su mejor grabación 4K es 24p a 4096 x 2160, con un bitrate de 237 megabits por segundo, o de lo contrario puedes usar los clásicos 30p, 25p y 23.98p a 3840 x 2160 con 102 Mbps de bitrate. La estabilización de imagen es excelente, y si necesitas conectar un micrófono no tendrás inconvenientes, pero la cámara carece de salida para auriculares. En resumen, la Olympus OM-D E-M5 Mark III tiene un poder de fuego muy importante, pero cualquier usuario que se descubra a sí mismo deseando opciones aún más avanzadas de vídeo, probablemente pague el doble por la E-M1 Mark II.


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Accesorios para Olympus OM-D E-M5 Mark III

Con un precio promedio de 1.100 euros por su cuerpo o 1.450 euros si adquirimos uno de sus kits, la Olympus OM-D E-M5 Mark III no arrastra un premium tan descabellado. Sin embargo, cualquier sobresalto en la inversión inicial puede ser compensado con una serie de accesorios compatibles muy económicos. Estoy hablando de menos de 200 euros por baterías, soportes, bolsos, memorias y kits de limpieza. ¿Cómo dejar pasar una oportunidad así?


Baterías y alimentación

Los 310 disparos por carga completa que registra la Olympus OM-D E-M5 Mark III lo dicen todo: Necesitarás una batería adicional. Una estrategia bastante frecuente entre las mirrorless, y la mejor parte es que no demanda una fortuna. La batería Gloxy BLS-5 compatible funciona a la perfección, posee una capacidad similar a la de las BLS-50 actuales, y cuesta apenas 20 euros. No lo dudes.

Más energía para tu Olympus

Trípodes y soportes

Trípode Profesional Gloxy GX-T6662A
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Trípode Profesional Gloxy GX-T6662A
  • Altura máxima de 1626 mm (columna central extendida)
  • Con una increíble capacidad de carga de 10 kg
  • Patas con 4 secciones y cierre de pestañas
  • Patas con goma antideslizante + puntas metálicas
  • Rótula con plato de liberación rápida
  • Nivel de burbuja integrado en la rótula
  • Rosca universal estándar 1/4"

La estabilización es uno de los puntos más fuertes de la Olympus OM-D E-M5 Mark III (lo cual se extiende a imágenes «y» vídeo), pero no es difícil imaginar una situación en la que debemos depender de un soporte secundario. Aquí es cuando intervienen opciones como el clásico trípode Gloxy GX-T6662A, con un cuerpo de aleación de aluminio y una carga máxima de diez kilogramos, o el Clampod Takeway T2, mucho más compacto y liviano, pero que no sacrifica fuerza de ningún modo.


Mochilas y bolsos

El sellado contra el clima de esta mirrorless equivale a pura paz mental, sin embargo, estaríamos cometiendo un error grave si descuidamos su transporte y almacenamiento. Por lo tanto, a la hora de localizar una buena mochila para Olympus OM-D E-M5 Mark III, todas las flechas apuntan a la Gloxy Pro AW, disponible en tres tamaños, con un amplio espacio interior personalizable, y una funda impermeable que presenta una capa extra contra la humedad. En cambio, si quieres algo más sencillo y fácil de transportar, la respuesta llega a través de la Genesis Gear Orion, que incluye lugar para cuerpo, flash y objetivo, además de una tablet y otros accesorios extra.

Diseño resistente, con espacio abundante y personalizable

Memorias y kits de limpieza

Tarjeta de memoria SanDisk Extreme Pro SDXC 128GB 170MB/s V30
Tarjeta de memoria SanDisk Extreme Pro SDXC 128GB 170MB/s V30
  • Memoria para cámaras de fotos y vídeo
  • Con una capacidad de 128GB
  • Velocidad de lectura de hasta 200MB/s
  • Compatible con 4K

En esta pequeña sección dedicada a misceláneos, tenemos una opción económica para mantener a tu cámara en condiciones óptimas, y la mejor relación precio-rendimiento en almacenamiento. Por un lado, el kit Gloxy 6 en 1 incluye todo lo que necesitas para combatir el polvo y la grasa, desde paños y líquido limpiador hasta un pincel y un fuelle. Y por el otro, ese vídeo 4K pide a gritos una tarjeta veloz, lo que nos lleva a repetir nuestra recomendación de la SanDisk Extreme Pro de 128 gigabytes. Con 170 MB/s de lectura, 90 MB/s de escritura y certificación V30, no hay bitrate que se resista.

Declarando la guerra al polvo

Objetivos

Lo más conveniente (al menos en estos días) al momento de comprar una Olympus OM-D E-M5 Mark III es apostar directamente por uno de sus kits salvo que ya poseas objetivos compatibles con la montura de este fabricante, o que puedas obtener el cuerpo a un precio irresistible. Independientemente del caso, si debes adquirir un objetivo que se lleve bien con esta cámara, recomiendo estudiar de cerca al Tamron 14-150mm f/3,5-5,8 Di III, un sólido todoterreno que te permitirá pasar de gran angular a teleobjetivo sin sacrificar calidad, y a una fracción del costo.

Difícil equivocarse con este objetivo

La estrategia que debemos seguir con la Olympus OM-D E-M5 Mark III es bastante clara: Sus especificaciones, su rendimiento general y la calidad de sus imágenes justifican de inmediato cualquier intención de upgrade o de obtenerla pensando en una «primera cámara», pero si decides esperar un poco, tanto su precio como el estado de su firmware deberían mejorar aún más. Un ejercicio de paciencia que ya hemos enfrentado antes. ¡Buena suerte!


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Escrito por Lisandro Pardo

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