Muchos usuarios siguen cometiendo el error de juzgar a una cámara tomando como referencia al número de megapíxeles. Eso provoca que algunos modelos muy interesantes pasen desapercibidos por contar con sensores «pequeños», cuando en realidad poseen un potencial enorme. Ese es el caso de la Olympus OM-D E-M5 II. Su sensor de 16 megapíxeles puede parecer limitado en estos días, sin embargo, en la otra acera encontramos estabilización interna, procesamiento RAW, un bitrate superior en varios modos de vídeo, y una función de alta definición que combina múltiples disparos.
Los 24 megapíxeles se han instalado como una especie de «estándar» entre las cámaras modernas. Obviamente, los profesionales de la fotografía pueden acceder a resoluciones superiores sin dificultad, pero para un uso «general», es más que suficiente. Ahora, ¿son esos 24 MP «obligatorios»? En lo personal, me atrevería a decir que no. Todavía quedan cámaras en el mercado con sensores más pequeños que son verdaderas joyas, y se defienden muy bien en 2019. Una de ellas es la Olympus OM-D E-M5 II, y apenas la vemos en acción, queda claro que las apariencias engañan.
Olympus OM-D E-M5 II: Más de lo que esperas
Anunciada originalmente en febrero de 2015, la Olympus OM-D E-M5 II posee un sensor CMOS cuatro tercios de 16.1 megapíxeles efectivos, acompañado por el procesador de imágenes TruePic VII. Su sensibilidad ISO se extiende de 200 a 25.600 con un Boost hacia abajo de 100, mientras que la velocidad de obturación oscila entre 1/8.000 y 60 segundos, o 1/16.000 con el sistema electrónico. Su pantalla de tres pulgadas es táctil y completamente articulada, con una definición máxima de 1.03 millones de puntos. Por el lado del viewfinder, su módulo entrega 2.36 millones de puntos, y una cobertura del 100 por ciento.
El autoenfoque de la Olympus OM-D E-M5 II se basa en 81 puntos de detección de contraste (y un total de 800 puntos para seleccionar), con un rendimiento especialmente bueno en lo que se refiere a la detección de ojos, a un extremo tal que te permitirá seleccionar su prioridad (ojo izquierdo, ojo derecho, o más cercano). Si la idea es obtener muchos retratos, estables y de buena calidad, la E-M5 II no debería defraudarte.
Al hablar de su rastreo general, el resultado también es muy positivo. Su Burst máximo es de 10 FPS, con un búfer de 19 cuadros en JPEG y 16 en RAW, pero es mucho más interesante el Burst con autoenfoque contínuo. El máximo baja a 5 FPS (JPEG y RAW), con la ventaja de que el tamaño del búfer lo fija el espacio libre en la tarjeta de memoria.
Sería un error grosero de mi parte ignorar al modo de alta definición que ofrece la la Olympus OM-D E-M5 II. Este truco (si podemos llamarlo de esa manera) usa al sistema interno de estabilización para «desplazar» el sensor entre una exposición y la siguiente. En términos relajados, es una especie de «escaneado» que combina un total de ocho fotogramas, y a partir de ellos crea una imagen de 40 megapíxeles. El punto débil de este modo es el movimiento, por lo tanto, Olympus recomienda su aplicación en paisajes y otras escenas relativamente estáticas. A pesar de la estabilización, el uso de un trípode es obligatorio, pero si cumples con todas sus condiciones… la calidad final será fabulosa.
La interfaz de la Olympus OM-D E-M5 II nos recuerda que no es una mirrorless del todo pensada para principiantes. Algo tan sencillo como estudiar la parte superior nos arroja tres diales y tres botones «Fn» personalizables, o sea que la cámara sin lugar a dudas nos sugiere una configuración avanzada. En la parte posterior encontramos seis botones (uno de ellos identificado Fn1) y una palanca que modifica el comportamiento de los diales. La posición 1 especifica compensación de exposición y valor de apertura, mientras que la posición 2 modifica ISO y balance de blancos.
Las opciones en el dial de modo ascienden a nueve: Full Auto, Modo de escena «SCN» (25 disponibles), Filtros Artísticos «ART» (15 filtros), «Photo Story» (Relato Fotográfico), Automático Programado «P», Prioridad de Apertura «A», Prioridad de Obturación «S», Manual «M» y Modo de Vídeo. Podrás seguir el resto de los detalles con la ayuda del manual. Son menos de 200 páginas, pero recomiendo una lectura a fondo.
La mala noticia es que la Olympus OM-D E-M5 II no tiene soporte de vídeo 4K, algo dentro de todo entendible para una cámara del año 2015. La buena noticia es que el fabricante no descuidó a los modos 1080p. Podemos grabar hasta 60 FPS con un bitrate de 52 megabits por segundo, o incrementar un poco más su calidad y llegar a 77 Mbps filmando 1080p30. Olympus decidió apuntar a un uso amateur del vídeo con esta mirrorless, y aunque no es la mejor opción en la actualidad, lo cierto es que cumple con su misión.
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Accesorios para Olympus OM-D E-M5 II
El cuerpo de la Olympus OM-D E-M5 II vale unos 540 euros si decidimos adquirirlo nuevo, pero hay kits usados con objetivos que oscilan entre los 600 y los 700 euros. Considerando que la cámara llegó a rozar los 1.000 euros, el paso del tiempo ayudó mucho a moderar su precio, y a mejorar su competitividad. Otro aspecto positivo es el precio de sus accesorios. Por una inversión mínima, la E-M5 II será un sólido ejemplar del ecosistema Olympus.
Baterías y alimentación
Sí, debo reconocerlo. La batería es un factor de debilidad en la Olympus OM-D E-M5 II. Con un promedio de 310 disparos por carga completa, lo más probable es que un solo módulo BLN-1 resulte insuficiente. Por suerte, una batería Gloxy BLN-1 compatible cuesta menos de 20 euros, y funciona de maravilla con cargadores oficiales y alternativos. De hecho, podrías comprar dos por el precio de una original.
Trípodes y soportes
- Altura máxima de 1626 mm (columna central extendida)
- Con una increíble capacidad de carga de 10 kg
- Patas con 4 secciones y cierre de pestañas
- Patas con goma antideslizante + puntas metálicas
- Rótula con plato de liberación rápida
- Nivel de burbuja integrado en la rótula
- Rosca universal estándar 1/4"
Admito que en este punto me encantaría priorizar la portabilidad de esta mirrorless, pero tenemos que exprimir al máximo a ese modo de alta definición. Por lo tanto, nuestra primera parada al buscar un trípode para Olympus OM-D E-M5 II es el clásico Gloxy GX-T6662A. 10 kilogramos de máxima, diseño de aleación de aluminio, 1.6 metros de alto, rótula de liberación rápida, nivel y patas antideslizantes definen a este trípode. ¿Prefieres algo más pequeño? Entonces, no mires más allá del Clampod Takeway T2. 40 kilogramos, agarre firme, y una mayor utilidad de la que imaginamos. Ambas opciones están en descuento, ¡aprovecha!
Mochilas y bolsas
El sellado contra el clima que Olympus incluyó de fábrica en la E-M5 II es definitivamente un plus, pero no podemos descuidar su transporte general. Nuestras elegidas de hoy son dos bolsas. Por un lado, la Delta 400a Fancier, que se adapta de maravillas con su interior acolchado modificable, y un cómodo diseño estilo bandolero. Por el otro, la Genesis Gear Orion, compacta pero sin sacrificar demasiado espacio. En ella podrás llevar cuerpo, objetivo y flash, acompañados de una tablet y otros accesorios secundarios.
Tarjetas de memoria
- Memoria para cámaras de fotos y vídeo
- Con una capacidad de 128GB
- Velocidad de lectura de hasta 200MB/s
- Compatible con 4K
Exprimir al máximo los modos de vídeo y la función de alta definición en la Olympus OM-D E-M5 II sólo significa una cosa: Necesitarás una tarjeta de memoria grande (con disparos RAW ocupando más de 100 megabytes) y rápida. Entonces… no hay nada que negociar. Busca una SanDisk Extreme Pro SDXC de 128 gigabytes, y deja que sus 90 MB/s de escritura hagan el trabajo pesado.
Objetivos
Reconozco que comprar un kit es una alternativa más económica para la Olympus OM-D E-M5 II, pero si sigues la ruta del cuerpo y el plan es invertir en un solo objetivo, la respuesta la tiene el Tamron f/3,5-5,8. Este comodín de 14-150 milímetros se adapta a lo que sea, pasando de gran angular a teleobjetivo con un solo movimiento. Retratos, paisajes… todo estará a tu alcance.
Tal vez quieras adquirirla hoy. Tal vez prefieras esperar un poco más, especulando con la posibilidad de un recorte adicional en su precio. Independientemente de lo que decidas, la Olympus OM-D E-M5 II merece estar en tu radar. Sí, son cinco años y 16 megapíxeles, pero hemos visto cámaras modernas mucho peores, y el soporte de la E-M5 II sigue intacto. Sólo como referencia, su último update de firmware fue publicado a principios de este año. Explora, compara, compra y disfruta. ¡Buena suerte!