En estos días, las impresoras 3D tienen dos desafíos por resolver: Incrementar sus niveles de precisión, y bajar su costo general. El progreso tal vez parezca ser demasiado lento para algunos usuarios, pero estamos llegando ahí, y en el camino encontramos a productos como OLO, que combina los elementos más importantes de una impresora 3D con un smartphone, garantizando un alto grado de portabilidad, a un precio que probablemente no tenga rival en el mercado.
A diferencia de otras tecnologías, el potencial de la impresión 3D ya ha sido comprobado de diferentes maneras. Medicina, alimentación, viviendas, restauraciones, reparaciones, vestimenta, educación, instrumentos musicales, vehículos, y hasta un motor de reacción se encuentran al alcance de las impresoras 3D. El problema es colocar una en cada hogar a un precio razonable. Tanto las impresoras como los materiales tienden a ser relativamente costosos, y si añadimos el hecho de que las impresiones 3D no son consistentes (algunas fallas pueden ser espectaculares), la sensación es que esta tecnología no se encuentra lista para un consumo masivo. Sin embargo, el proyecto OLO busca enviar un mensaje distinto:
Lo que propone OLO es aprovechar la flexibilidad y la popularidad de los smartphones para convertirlos en el corazón de una nueva plataforma que nos permitirá compartir e imprimir objetos en tres dimensiones sin necesidad de un ordenador tradicional. El método de impresión nos recuerda al sistema CLIP que vimos de cerca el año pasado, y utiliza la pantalla del smartphone como fuente de luz. El tamaño máximo de pantalla soportado en la impresora OLO es de 5.8 pulgadas, y al ofrecer apps para Android, iOS y Windows Phone, la lista de teléfonos compatibles es bastante amplia. OLO también busca lanzar al mercado un total de ocho resinas, cada una de ellas con propiedades especiales (dureza, elasticidad, etc.).
Si hay un aspecto al que podríamos considerar como negativo en la impresora OLO es que debemos dejar al smartphone dentro del módulo principal unas cuatro horas en promedio, aunque eso no es suficiente para impedir que las impresoras se vendan como pan caliente en Kickstarter. La campaña solamente buscaba 80 mil dólares, y en menos de 96 horas recibió más de medio millón de dólares. En este momento, el punto de entrada más económico es de 99 dólares (trae una botella de resina), pero por apenas 20 dólares adicionales se obtiene una segunda botella de resina, y varios extras. Las primeras entregas, entre agosto y septiembre de este año.
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