Ya era hora. La tan cacareada tecnología OLED que prometía ser la sucesora de plasmas y LCD ha conseguido superar el último obstáculo que la mantenía en segunda línea de combate: la duración de los componentes de color azul. A partir de ahora se abre un futuro prometedor para esta tecnología de video que posee grandes ventajas sobre los sistemas dominantes.
Estamos rodeados de siglas tecnológicas de video por todos lados: VGA, HDMI, LCD y una que andaba pululando por el espacio de las promesas de futuro. La tecnología OLED, que consiste en un diodo basado en una capa electroluminiscente formada por una película de componentes orgánicos que reaccionan, a una determinada estimulación eléctrica, generando y emitiendo luz por sí mismos. Las ventajas de esta tecnología son muchas: menor coste, mayor escalabilidad, mayor rango de colores, más contrastes y brillos, mayor ángulo de visión, menor consumo y, en algunas tecnologías, flexibilidad, que permite doblar las pantallas como si fueran de papel. Se han podido diseñar múltiples sistemas de OLED dependiendo del material utilizado para la capa que genera la electroluminiscencia pero en todas convergía un problema: la duración del material que emitía luz azul. Este inconveniente traía locos a los científicos que no lograban igualar las horas de uso que sí permitían los materiales del resto de colores que aguantaban sin problemas unas 40.000 horas de uso. La sustancia del azul apenas alcanzaba las 1.000 horas, una duración a todas luces insuficiente y que había mantenido esta tecnología varada y a la espera de nuevos avances.
El profesor Jin Sung-Ho, un profesor de química de la Universidad Nacional de Pusan en Corea del Sur, ha encontrado un material que resuelve por fin el problema de la duración del azul. Lo ha bautizado como true blue y asegura que con este componente más duradero la carrera hacia la cima de la tecnología OLED está garantizada. Para redondear el hallazgo, también afirma que la calidad de este azul supera con creces lo conseguido anteriormente. Sin embargo, no hay apenas información sobre cómo se ha llegado a este hito tecnológico. Tampoco hay fecha concreta para el lanzamiento de esta actualización de la tecnología OLED pero mucho nos tememos que va a ser difícil que la saquen a corto plazo. Quizá para el verano del 2009 podamos ver esas llamativas pantallas flexibles formando parte de nuestro mobiliario. O quizá no, porque llevamos escuchando noticias de este tipo mucho tiempo y ninguna ha conseguido cuajar como alternativa real de futuro a pesar de lo prometedoras que resultaron. Mientras tanto, nos tendremos que conformar con nuestros cochambrosos y anticuados televisores de plasma y nuestros vetustos monitores de LCD.