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Ola récord en España

España acaba de batir el récord de altura de ola de toda su historia. La boya encargada de medir estos eventos registró una descomunal masa de agua levantarse por encima de los 26 metros. Este fenómeno se produjo a altas horas de la madrugada del 24 de Enero de 2009. Afortunadamente se generó en alta mar y la costa no sufrió los envites de semejante bestia hídrica.

El Instituto Español de Oceanografía comunicó de manera oficial que el registro de la ola más alta de la historia, con una altura récord de 26 metros y 13 centímetros y que se produjo en medio de un fortísimo temporal que azotó las costas de Cantabria en la madrugada del viernes 23 al sábado 24 de Enero de 2009. La boya Augusto González de Linares (boya AGL) fue la encargada de registrar el fenómeno aunque no pudo hacerlo amarrada a su anclaje, ya que el potente oleaje lo arrancó de su lecho a las 7.00 del día 22 de Enero. Esta resistente boya, situada 22 millas al norte de Santander, se mantuvo en perfecto funcionamiento y continuó transmitiendo a pesar de quedar a la deriva. La oceanógrafa del IEO Alicia Lavín contó que el récord se fraguó durante el "violento temporal de vientos huracanados" que afectó a toda España. "Es un dato muy sorprendente ya que no había registros tan altos desde que se iniciaron estas mediciones en 1996", explicó la científica. Añadió que la misma boya anotó también una ola de 24,65 metros de altura. Además, señaló que una hora antes de que se soltara de los anclajes, la altura significante de oleaje (la media en 30 minutos) alcanzó los 14,88 metros.Con estas olas se podría generar una energía bestial.

El miércoles 28 a las 11.00 horas a 10 millas de San Sebastián la boya fue recuperada por los servicios marítimos, y una vez en el puerto de Pasajes, se analizaron los datos contenidos."El 9 de diciembre de 2007 se registraron 11,95 metros de altura significante, y desde el 11 de marzo de 2008, cuando se registraron 12,54 metros de altura significante durante un temporal que produjo importantes destrozos en Santander, no se había superado el récord", detalló. Esto indica que no fue casualidad que se levantaran tan fabulosas masas de agua en las costas cantábricas.

Lavín afirmó que "para ser aguas españolas es una altura muy importante" y que esto podría alterar los "márgenes de resistencia de las construcciones" que se estén levantando o proyectando. "Este dato es impresionante", reiteró, incluso para los propios oceanógrafos. En ese sentido, acotó que esta ola no coincidió ni con una marea fuerte ni con pleamar y eso, junto a la bastante buena y ajustada predicción dentro de sus márgenes, permitió que los efectos en la costa no fueran negativos. La boya protagonista de haber grabado este magnífico record se encuentra en Santander, sometida a revisiones para verificar su correcto funcionamiento. Los datos de la boya son transmitidos internacionalmente mediante los sistemas de Puertos del Estado y la Agencia Estatal de Meteorología para su uso en los modelos océano-meteorológicos nacionales e internacionales. Si queréis curiosear los datos que ofrece este sofisticado mecanismo sólo tenéis que mirar en su página web.

Cuando uno se pone a mirar el mar y a fijarse en las olas, se pregunta cómo demonios se pueden medir con lo vivas que están las dichosas. Pues no era a base de cálculos a ojímetro ni de complejas mediciones vía satélite. Se trataba ni más ni menos que de un ejemplar de la boya entrañable. Pero muy moderna y repleta de sensores que miden todo tipo de parámetros, aparte de la altura de las olas. En este caso, la estrella se llama boya Augusto González Linares. Y es que tiene tanto glamour, que no pueden pasar sin bautizarse como mandan los cánones. Se lanzó al mar el 27 de junio de 1996 sobre un fondo de 2.850 metros y desde entonces patrulla ufana los penachos de espuma, anclada en unos soportes que evitan el exceso de escarceos por esos mares de Dios. Esta diva del instrumental marino se ha convertido en una estrella porque ya ha registrado en su seno varios récords nacionales de altura de olas. El parámetro más llamativo que puede medir se llama “altura de ola significante”  que resulta de la media del tercio de las olas más altas registradas durante el periodo de medida representado (típicamente media hora). Se ha comprobado que la altura significante se corresponde con la altura de oleaje que percibe visualmente un observador.

Posee capacidad para medir otros parámetros como la temperatura del agua, del aire, la humedad, dirección del viento, velocidad del viento, dirección del oleaje, presión atmosférica, concentración de oxígeno y conductividad. Las boyas océano-meteorológicas envían cada hora información promedio de ese periodo mediante satélite y para el oleaje calculan internamente la altura significante. Además, guardan el registro completo del oleaje (72 datos/minuto), pero éste, dado su volumen, no se puede realizar mediante satélite. Se descarga cuando se visita la boya para su mantenimiento, normalmente 3 veces al año.

Como colofón de la boya mas mediática del momento aquí van los datos exactos del magno acontecimiento que logró guardar en su seno a pesar de los vientos huracanados y las brutales embestidas del oleaje: En la madrugada del viernes 23 al sábado 24 de enero de 2009, con una presión atmosférica de 980 mbar y una velocidad del viento sostenido de 83 km/h, la altura significante del oleaje volvió a superar los récords anteriores con un valor de 14,88 metros. Descargado el registro el día 2 de febrero, tras la recuperación de la boya, se ha constado que una ola alcanzó 26,13 metros y otra 24,65 metros.

Escrito por imported_Kir

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