El paquete para oficina de código abierto más popular ha tenido una actualización mayor hace unos pocos días. Aquí en el sitio hemos comentado hace un tiempo qué era lo más destacable de la versión beta de OpenOffice 3, y como se perfilaba en cuestiones de rendimiento. Bien, con la versión final ya disponible, el rendimiento será uno de los puntos a tocar hoy, cuando enfrentemos a Writer y Calc contra Word y Excel 2007.
Oficina estilo Open Source
No es malo comenzar con un poco de sinceridad: La versión 2.4.1 de OpenOffice tenía varios problemas. Falta de estabilidad, demoras en su ejecución y problemas de compatibilidad con ciertos formatos dejaban un asterisco o dos en su expediente. Pero la gente de Sun ha ajustado las tuercas necesarias, y desde el 13 de octubre pasado ya se puede descargar la nueva y mejorada versión 3.
¿Qué trae de nuevo? Algunas de sus funciones ya son conocidas para quienes hayan estado probando su versión beta, pero para quienes no tienen idea de qué incorpora el nuevo paquete, he aquí un repaso. En primer y fundamental lugar, OpenOffice 3 confirma su compatibilidad con el formato docx generado por Office 2007 para PC y 2008 para Mac. Con la versión 2.4.1 sencillamente no había forma de abrir uno de estos documentos, pero ahora OpenOffice (siendo más específicos, la aplicación Writer) puede manejar este formato sin ninguna clase de conversión externa.
Una función que la versión previa de OpenOffice venía debiendo, pero que pudimos ver en el anticipo de la beta, es la de visualizar páginas múltiples. Gracias al control de zoom, el usuario puede obtener una vista panorámica del documento que está siendo editado y ubicarse fácilmente. Una función similar existe en Microsoft Office desde hace tiempo, por lo que esta función es apenas una forma de empatar el tablero de puntuaciones para OpenOffice.
Otra innovación, aunque menos importantes que las ya mencionadas, es el nuevo sistema de introducción de aplicaciones, para aquellos usuarios novatos que se topan con OpenOffice por primera vez. No es más que una suerte de asistente, preguntando qué desea hacer el usuario. De más está decirlo, el usuario avanzado accederá directamente a la aplicación que necesita usar en ese momento, pero es un agregado que, por más simple que parezca, no podemos dejar de lado. Esto va de la mano con el resideño en el aspecto de todo el paquete. El cambio no es algo radical, pero los leves toques sobre los diseños de los iconos no escaparán al ojo agudo.
Por el lado de Calc, se confirma definitivamente la ampliación de la cantidad de celdas disponible. 1024 columnas están a disposición del usuario para hacer con ellas, bueno, lo que sea que se pueda hacer con más de 67 millones de celdas por planilla. Y no olvidemos la capacidad de compartir las planillas con otros usuarios en tiempo real, y modificarlas de igual forma. Puede haber varias personas agregando datos a una planilla al mismo tiempo, a través de una red local.
El resto de las mejoras en OpenOffice es amplia y variada, al mismo tiempo que demasiado larga como para mencionar cada ítem aquí. Si deseas más detalles al respecto, puedes visitar la página oficial haciendo clic en este enlace.
Mirándose las caras
Es verdad que el paquete OpenOffice contiene varias aplicaciones además de Writer y Calc. Pero difícilmente alguien pueda negar que estos dos programas son los caballos de batalla de todo el paquete. Exactamente lo mismo puede decirse sobre el paquete Office. No importa de qué versión se trate, tanto por utilidad como por popularidad Word y Excel han estado un paso por delante del resto de las aplicaciones que los acompañan. Incluso los mismos usuarios asocian a Word y Excel como "Office" directamente, casi dejando de lado a PowerPoint, Access o Outlook. Esto parece repetirse en OpenOffice, y es perfectamente lógico. Procesamiento de textos y creación de planillas de cálculos son las dos actividades básicas y fundamentales que cualquier paquete de oficina que se digne de llamarse así debe realizar. Por esta razón es que limitamos nuestras pruebas a Writer, Calc, Word y Excel. Son las aplicaciones que más exposición tienen frente a los usuarios, y esa razón sola nos parece lo suficientemente válida.
Toda clase de adaptación lleva su tiempo, y quienes pasaron de versiones previas de Office al entorno Ribbon implementado en Office 2007 se encontraron literalmente en una tierra desconocida. Fue un impacto muy grande descubrir que gran cantidad de los atajos de teclado habían dejado de funcionar, en el sentido literal de la palabra. La apariencia tanto de Word como de Excel 2007 puede parecer agradable y simplificada ante la primera impresión, pero está claro que se han adaptado mejor al sistema Ribbon aquellos que nunca habían usado el paquete Office, que los que venían de utilizar una versión anterior. Incluso conocemos la existencia de una aplicación llamada Classic Menu for Office, en donde se modifica la interfaz de las aplicaciones Office para hacerla similar a lo visto en la versión XP o 2003. En cuanto a las funciones básicas, las seguirás teniendo a la mano. Formato y tamaño de fuentes, justificación de texto, estilo de párrafo y control del Portapapeles, todo eso puede verse directamente en el menú Ribbon.
Por el lado de OpenOffice, prácticamente no hay nada de qué preocuparse. Si has usado alguna versión anterior encontrarás todo en su lugar, salvo algún que otro pequeño detalle. Es más, aquellos usuarios que hayan utilizado Office XP o 2003 encontrarán más familiar al entorno de OpenOffice que al de Office 2007. Tampoco tiene un skin propio como el que impone Office 2007 en color celeste: La interfaz de OpenOffice mantiene el estilo de la interfaz de Windows. Por esta razón es que le daremos a OpenOffice un punto a favor aquí. La nueva versión 3 no fuerza al usuario a "re-aprender" funciones o las ubicaciones de las mismas, cosa que sí hemos visto tras charlar con muchos usuarios que instalaron Office 2007.
Las pruebas en sí
Uno de los puntos más cuestionados de las versiones anteriores de OpenOffice era el tiempo que tomaba iniciar cada una de las aplicaciones. Por más explicaciones que se puedan dar, es inevitable echarle la culpa de esto al paquete Java. Fundamental a la hora de hacer funcionar a OpenOffice, Java aún está bastante lejos de su rendimiento óptimo y no funciona de igual forma en todos los ordenadores, por lo tanto todo lo que se ejecute dependiendo de Java verá afectada su velocidad de una forma u otra. OpenOffice 3 incorpora un sistema de pre-carga para acelerar la ejecución de las aplicaciones, pero para mantener justa a la prueba, decidimos no instalar dicha opción. Así es como OpenOffice y Office estarán mano a mano de una manera más lógica.
Antes de comenzar, debemos aclarar que el disco duro en donde estaban instaladas las aplicaciones fue desfragmentado antes de realizar cualquier medición, para que los valores sean lo más precisos posible. Aunque el valor de fragmentación en el disco era inferior al 2%, decidimos no dejar nada al azar. Al mismo tiempo, consideramos un inicio completo de la aplicación cuando el cursor parpadea de forma continua y fluída, sin interrupciones, y utilizamos sólo la primera ejecución para evitar cualquier efecto de memoria caché que pueda alterar los resultados:
Ha mejorado bastante con respecto a sus predecesores, pero el inicio de las aplicaciones de OpenOffice aún está por detrás de los equivalentes de Office. Writer probó iniciarse un tercio más lento de lo que lo hizo Word 2007. Acto seguido, repetimos esta prueba con Excel y Calc. Se prolongó más de lo que imaginábamos debido a los varios reinicios que debimos realizar, pero aquí están los números:
Consistentes con lo que hemos visto entre Word y Writer, la aplicación de OpenOffice tarda un tercio más en promedio que su contraparte de Office. Debido a sus amplios antecedentes en el pasado, no nos queda más alternativa que poner a Java como causante de estas diferencias temporales.
Contando bytes
Usualmente, las alternativas de código abierto suelen ser más livianas y clementes con los ordenadores que las versiones comerciales a las que intentan reemplazar. Además, Office 2007 es probablemente la versión de Office más pesada que exista, por lo que no podíamos ignorar una medición de consumo de memoria. Para esta prueba, utilizamos un documento en formato doc, 60 páginas en total, con fuente Verdana 10. Este fue el resultado:
La diferencia es aplastante, casi de un 50% en favor de Office. Realizamos tres mediciones y sacamos un promedio para aumentar la precisión, pero ante semejante diferencia, poco puede discutirse. Por supuesto, también realizamos esta prueba con Excel y Calc:
Y la diferencia resultó ser aún más amplia. Después de calcular el promedio, Excel 2007 flotó en un número cercano a los 28.000 KB, mientras que Calc salió disparado hacia las nubes, reclamando más de 67 MB de RAM para abrir una simple planilla de 53 KB en tamaño.
En conclusión, OpenOffice tiene mejor aspecto que nunca, se ha trabajado de forma muy efectiva en su compatibilidad, e incorpora varias funciones que lo posicionan aún mejor como alternativa de código abierto. Sin embargo, el aspecto de su rendimiento sigue siendo preocupante, aunque se ha distanciado un par de años luz con respecto a los problemas de las versiones anteriores. Entre sus tiempos de inicio y los excesivos consumos de memoria que han demostrado Writer y Calc, hacen que nos preguntemos qué tan adecuado será este nuevo paquete en ordenadores más humildes, o en esas distros de Linux que están orientadas a aprovechar el máximo de un sistema. OpenOffice 3 supera a la versión anterior, pero todavía le quedan algunos ajustes por hacer. Puede pelearse con Office 2007 cuando quiera en cuanto a funciones, pero en rendimiento no, por eso consideramos que está un escalón por debajo del paquete de Microsoft. ¿La mejor parte? Que esto puede cambiar con la próxima versión: Es la magia del código abierto. ¡Buena suerte!