¿Preocupado por la posibilidad de que puedan determinar tu ubicación a través del smartphone? ¿Piensas que el “modo avión” no es suficiente? ¿Necesitas un momento en el que no debes recibir ninguna llamada ni mensaje, pero crees que apagar el teléfono es un proceso incómodo? En ese caso, lo que buscas es OFF Pocket, una funda que bloquea todas y cada una de las señales que recibe un smartphone.
Es, a simple vista, una contradicción. Después del “spygate”, la privacidad ha volado por los aires, y por más que la deseemos, seguimos utilizando dispositivos con niveles de conectividad cada vez más avanzados. Como si eso fuera poco, redes sociales y servicios en línea ofrecen funciones de “check-in”, a través de las que el usuario comparte voluntariamente su ubicación. Hasta las etiquetas EXIF en un archivo JPG pueden contener información sobre coordenadas GPS (así fue como encontraron a John McAfee en Guatemala), por lo que el hardware no es el único involucrado. A pesar de todo esto, nunca falta esa ocasión en la que es necesario aislar por completo a un móvil o un smartphone.
Entonces, ¿por qué no apagarlo? De acuerdo a los desarrolladores de la funda OFF Pocket, no es suficiente. Un smartphone apagado puede mantener algunos de sus componentes activos, haciéndolo vulnerable a un proceso de rastreo. También destacan el hecho de que un smartphone tarda un buen tiempo en apagarse y reiniciarse (en ciertos modelos, hasta cuarenta segundos). En esencia, lo que ofrece OFF Pocket es un atajo práctico. Una vez que colocas tu smartphone en la funda, todas las señales son bloqueadas, independientemente del tipo de tecnología. El material es liviano, flexible, resistente al agua, y no genera problemas de seguridad en lugares como aeropuertos.
OFF Pocket está disponible en dos tamaños diferentes, y en el futuro se lanzarán modelos compatibles con phablets y otros smartphones de tamaño significativo. OFF Pocket ha tenido su paso correspondiente por Kickstarter, y en aproximadamente quince días superó su meta de 35 mil dólares. En lo personal, el único inconveniente que encuentro en el OFF Pocket es el precio. Al escribir estas líneas, la única forma de acceder a una de las fundas es pagando 85 dólares, más otros quince en concepto de envío. A ese precio se habilitan otras alternativas (incluyendo comprar un teléfono prepago y dejar el smartphone en otra parte, despistando a cualquiera que trate de rastrearme), pero hay más de 500 “patrocinadores” del OFF Pocket que piensan diferente. Las primeras entregas se llevarán a cabo en octubre.