La realidad virtual aún tiene muchos problemas para convencer a los consumidores de que vale la pena invertir en ella. La combinación entre hardware caro y software casi inexistente presenta un caso muy débil, pero la gente de Oculus ya se encuentra trabajando con el objetivo de mejorar la situación. Los últimos datos sugieren el desarrollo de un nuevo casco virtual inalámbrico, que elimina la necesidad de un smartphone o un ordenador, y cuyo precio estaría en el orden de los 200 dólares.
El Oculus Rift bajo su precio dos veces en 2017. Gracias a una promoción especial que durará seis semanas, los interesados en el casco virtual pueden adquirirlo junto a los controles Touch por apenas 399 dólares, un 50 por ciento menos de lo que valía ese mismo pack al momento de su lanzamiento. Casi de manera automática, el descuento disparó rumores de problemas en las ventas (los cálculos más pesimistas indican menos de cien mil unidades). Al mismo tiempo debemos decir que el Rift lleva 16 meses en el mercado, y es lógico esperar costos más bajos en la fabricación del hardware, pero la reducción ha sido un poco más brusca de lo calculado. La mayoría de los fans siguen colocando presión sobre el tema del software. Los títulos a gran escala son contados con los dedos de una mano, y el género de la simulación es el más favorecido hasta ahora (con Elite: Dangerous y EVE: Valkyrie a la cabeza). Si el «premium» del Rift y el Vive no se encuentra a la altura de las circunstancias, tal vez sea tiempo para nuevo hardware.
Y a eso apunta la última información disponible. Oculus trabaja en un casco virtual inalámbrico e independiente, sin smartphones ni ordenadores de alta gama enlazados. En otras palabras, el casco se ubica a mitad de camino entre el Samsung Gear VR y el Rift. Al igual que el Gear VR, este nuevo casco rastreará la dirección en la que el usuario mira, e ignorará el resto de los movimientos dentro del espacio virtual, al igual que el rastreo de manos. La plataforma estaría basada en un SoC Snapdragon, con un poder de procesamiento superior al que puede ofrecer el Gear VR con un smartphone hoy. La gente de Qualcomm decidió no hacer comentarios al respecto, y muchos interpretan ese silencio como una confirmación de su participación.
Aún así, el punto más interesante sobre el desarrollo de este casco virtual es su precio. Los datos nos hablan de 200 dólares, un número que podría acelerar la adopción de realidad virtual, a pesar del riesgo de canibalización al que quedaría expuesto el Rift. La conferencia Oculus Connect sigue programada para el 11 y 12 de octubre. El nuevo casco probablemente sea presentado en sociedad allí, pensando en un lanzamiento completo el año que viene.