Octopus: Desarrollo de pulpos robóticos

En general, muchos proyectos de robótica buscan imitar e igualar las capacidades de movimiento del ser humano, pero sería una locura pensar que somos el ejemplo ideal de “criatura con destreza”. En el campo de la llamada “robótica blanda”, están buscando referencias en otros seres como las medusas, y un proyecto europeo se ha enfocado especialmente sobre los pulpos. Igualar la flexibilidad, la habilidad y la inteligencia del pulpo es todo un desafío, pero este pequeño pulpo robótico ya puede desplazarse usando sus tentáculos flexibles.

Que muchos proyectos de robótica tomen al ser humano como modelo a seguir no es para nada extraño. Los humanos somos, más allá de nuestras limitaciones, criaturas con una capacidad notable, y la robótica puede compensar o incluso superar esas limitaciones. Sin embargo, el ser humano no es el único ejemplo a seguir para la robótica. Hace poco hemos visto los avances del hexápodo MorpHex, que a simple vista parece un cangrejo. Pero también existe la “robótica blanda”, que explora diseños mucho más flexibles. En la naturaleza se puede encontrar una espectacular cantidad de criaturas invertebradas, pero una de las más admiradas es el pulpo. Es flexible en extremo, puede moverse a una gran velocidad cuando es necesario, y las evidencias científicas que revelan un alto nivel de inteligencia en el pulpo son muy importantes.

El “Proyecto Octopus”, financiado por la Comisión Europea, explora diseños de robótica blanda inspirados en el pulpo, y recientemente, han aparecido algunos vídeos que muestran el avance en el desarrollo del octópodo robótico. En total posee ocho tentáculos, dos hechos a partir de una aleación con memoria que cambia su tamaño al recibir calor, y los otros seis de silicona, con alambres de acero en su interior y controlados por cables de nylon. A través de esos cables de nylon, el robot puede desplazarse, e incluso tomar algunas cosas. Tal y como revela el vídeo, el pulpo robótico apenas ha dado sus primeros pasos, aunque en realidad, estos suelen ser los más importantes.

De acuerdo a palabras oficiales, el proyecto buscará obtener toda la inspiración posible para desarrollar nuevas tecnologías que habiliten a los robots a operar en lugares más complejos y estrechos de los que podrían estar al alcance de un diseño convencional, y al mismo tiempo, permitir a biólogos utilizar a estos robots como “modelos físicos” para estudiar a estas especies. Definitivamente hay potencial aquí, tanto a nivel militar como civil, pero estoy convencido de que apenas se ha explorado la “superficie” de los pulpos aquí. Imagina qué otra clase de robots podrían llegar a crearse basados en otras fascinantes criaturas. No es la primera vez que la naturaleza sirve de inspiración para ciencia, y por suerte, no será la última.