Tal y como lo hemos dicho con anterioridad, obtener energía del agua es uno de los métodos más antiguos y efectivos, pero lo que nos reúne aquí hoy no es un molino o el concepto de turbinas submarinas, sino la relación entre el agua dulce y el agua salada. Generar energía a través de la ósmosis no es algo nuevo, e incluso llegó a construirse un prototipo de planta en Noruega, sin embargo, un reciente desarrollo proveniente de la EPFL suiza y la Universidad de Illinois podría aumentar en gran medida la cantidad de energía generada por esta vía.
Ósmosis. Agua dulce, agua salada, y una membrana semipermeable. Por supuesto, el agua no necesita ser «salada», ya que cualquier otro soluto es válido (a modo de ejemplo, azúcar), pero la idea general se mantiene intacta: Parte del agua dulce «pasa» a través de la membrana hacia el lado del agua salada, creando presión adicional. Al tratarse de un proceso físico tan crítico para la vida, seguramente muchos de nuestros lectores lo habrán visto representado en pequeños experimentos durante sus clases de biología y/o ciencias naturales, pero la ósmosis podría transformarse en una extraordinaria fuente de energía, asumiendo que la relación costo-beneficio sea la adecuada. El grupo Statkraft construyó un prototipo de planta osmótica en Hurum (Noruega), y aunque llegó a producir unos 4 kilovatios, Statkraft decidió bajar el telón por varias razones: Poca energía, alto mantenimiento, tecnologías más competitivas, y un largo etcétera. La clave para obtener energía extra de la ósmosis se encuentra sobre el diseño de la membrana… y en ella nos enfocamos hoy.
De acuerdo a un estudio publicado en la revista Nature por investigadores de la EPFL suiza y la Universidad de Illinois (Urbana-Champaign), un nuevo tipo de membrana semipermeable ultradelgada supera en gran medida a todos los desarrollos previos. ¿A qué se refieren con «ultradelgada»? Apenas tres átomos, y el material principal es disulfuro de molibdeno, algo que generalmente vemos utilizado como lubricante. Los nanoporos de esta membrana se convierten en «generadores osmóticos» con una densidad energética sobresaliente. El texto oficial habla de un megavatio por metro cuadrado de membrana, suficiente para unos 750 hogares.
El gran problema que enfrenta esta tecnología (por el momento) se encuentra en la creación de la propia membrana. Los investigadores llevaron a cabo experimentos con un solo nanoporo, y para alcanzar a ese deseado megavatio de energía, el metro cuadrado de membrana debería tener millones… que necesitan ser perforados con precisión, y en forma económica. Dentro de algunos años, es muy probable que hablemos sobre ósmosis de nuevo. Paciencia.
