¿Qué dirías si te enteras que la bolsa de residuos que sacas cada día a la calle podría servir para mantener funcionando tu ordenador, o alimentar las lámparas de tu living? Un proceso, llamado “plasma gasification”, desarrollado por la empresa Startech podría permitirte hacer eso, y mucho mas.
Todos tenemos presente la escena en la que el científico loco llena el depósito del DeLorean con el contenido de un cubo de desperdicios, y se va volando. En realidad, la famosa ecuación de Einstein que relaciona la energía con la masa (E = m .c ^2) establece que con cantidades casi despreciables de materia se pueden obtener enormes cantidades de energía. Sin embargo, este proceso de fusión nuclear no está lo suficientemente maduro como para ser empleado en la producción diaria de electricidad.
Sin embargo, la fusión nuclear no es la única manera de obtener energía a partir de desperdicios. La empresa Startech ha puesto a punto un sistema que puede transformar casi cualquier clase de basura en energía, a una fracción del costo monetario que tienen otras técnicas disponibles. Han bautizado a su proceso “gasificación del plasma”.
Este proceso puede ser explicado mediante términos sencillos. Se lleva a cabo dentro de un recipiente de acero inoxidable sellado, que se llena de un gas inerte, como el nitrógeno puro. Luego, se hace circular una corriente de 650 voltios entre dos electrodos. Los electrones ionizan la atmosfera del tanque, convirtiendo el gas en plasma. A medida que la corriente fluye, crea un campo intenso de energía, similar a los que se producen en los rayos de las tormentas eléctricas.
La energía radiante de los arcos de plasma alcanza temperaturas cercanas a los 20.000˚C desintegrando la basura en sus elementos básicos, al romper los enlaces moleculares de los materiales que la componen.
Cerámicos, madera, clavos, cristal, metal, plástico, pañales, los restos de la sopa y prácticamente cualquier material puede ser procesado con este sistema. Esto evita el riesgoso, lento y caro proceso de clasificar previamente la basura a mano.
Solamente se obtienen dos productos del tanque de acero: una especie de cristal similar a la obsidiana, y una mezcla de monóxido de hidrógeno y carbono (synga). El cristal se puede reciclar como materia prima para los usos tales como azulejos y asfalto.
El producto llamado synga es el más atractivo, ya que puede usarse para generar vapor y producir electricidad o convertirse en combustibles tales como etanol, gas natural o hidrógeno.
Lo más interesante de todo es que la maquina consume solo dos tercios de la electricidad que es capaz de generar, pudiendo emplearse el tercio restante como energía para consumo civil.
Si se pudiese disponer de una de estas maquinas en cada ciudad pequeña, no solo estaríamos produciendo energía limpia y gratis a partir de la basura, si no que erradicaríamos los enormes basurales que existen alrededor de cada ciudad.