Muchas veces hemos hablado del peligro que representan los meteoritos que transitan entre los planetas del Sistema Solar. Por obvias razones, siempre hemos puesto énfasis en los efectos que produciría el impacto de una de estas rocas sobre la Tierra, pero todos los planetas y lunas del Sistema están expuestos a la misma amenaza. El día de ayer, por ejemplo, Júpiter sufrió el impacto de lo que podría haber sido un cometa, que le hizo un hoyo del tamaño de nuestro planeta.
Un cuerpo cósmico, probablemente un cometa, impactó ayer contra la superficie de Júpiter. El evento, que no había sido anticipado por la NASA ni ninguna otra agencia espacial, produjo un cráter de un tamaño superior al de la Tierra, cerca del polo sur del mayor planeta del Sistema Solar. El impacto fue confirmado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, pero la huella del choque fue descubierta por un astrónomo aficionado de Australia. Anthony Wesley, un programador informático de 44 años que vive en las afueras de Camberra, comunicó su hallazgo a la NASA, que rápidamente lo confirmó mediante imágenes proporcionadas por el telescopio infrarrojo que se encuentra en el monte Mauna Kea, en Hawai. La NASA incluso pudo ver escombros y un leve brillo en el centro del cráter, así como partículas subiendo hacia la atmósfera superior del planeta y un calentamiento en la troposfera superior con una posible emisión de gases de amonio.
Wesley dijo que, al principio, creyó que “se trataba de una simple tormenta polar, pero a medida que el planeta giraba, pude ver que se trataba de un punto negro. Pensé que también podía tratarse de una luna, pero el tamaño y el lugar no coincidía con ninguna”. Por una casualidad cósmica, el descubrimiento del australiano tuvo lugar justo en el día en que se cumplían 15 años de los impresionantes impactos del cometa Shoemaker-Levy 9 sobre el mismo Júpiter, y cuando se celebraba el 40 aniversario de la llegada del primer hombre a la Luna.
“Tuvimos la extraordinaria suerte de mirar a Júpiter en el momento preciso, la hora precisa para presenciar el evento. No pudimos haberlo planificado mejor”, declaró Glenn Orton, científico del JPL. Obviamente, y a pesar del entusiasmo del científico, si Wesley no hubiese estado fotografiando Júpiter mientras miraba la final del Abierto Británico, hubiesen pasado varias horas hasta que la Agencia Espacial se hubiese percatado del evento. “Podría ser el impacto de un cometa, pero todavía no estamos seguros”, agregó Orton. En las imágenes se aprecia la marca oscura en el lugar del impacto y el ascenso de partículas hacia la atmósfera.
A pesar de la distancia que nos separa de Júpiter, es llamativo que la NASA no hubiese detectado un cometa con el tamaño suficiente para hacer ese cráter. Si un objeto como ese se dirigiese a la Tierra desde las cercanías de Júpiter, solo tendríamos semanas o meses para prepararnos para el impacto. En realidad, “prepararnos” es un eufemismo para decir “despedirnos de nuestros seres queridos”, porque ninguno de los gobiernos del planeta tiene previsto ningún sistema de defensa capaz de destruir o desviar un cuerpo semejante, al menos en el plazo mencionado. Quizás este castañazo cósmico sirva para ponerse a trabajar en serio en un proyecto que pueda evitar nuestra extinción en manos de un trozo de roca voladora. ¡Gracias Ailantd por enviarnos la noticia!