El lanzamiento de la GeForce GTX 970 no fue uno de los más felices para Nvidia. Esta tarjeta gráfica colocó al gigante verde de Santa Clara en el medio de una tormenta mediática que reveló especificaciones erróneas, pérdida de rendimiento y acusaciones de falsa publicidad, entre otras cosas. En un intento por dejar atrás a este amargo episodio y recortar pérdidas, Nvidia aceptó un acuerdo preliminar bajo el que deberá pagar 30 dólares a cada dueño de una GeForce GTX 970, y cubrir los 1.3 millones de dólares acumulados en costos legales.
Muchos dueños de la GeForce GTX 970 han dicho que a pesar de las diferencias en las especificaciones y el detalle técnico de segmentación en su memoria, resultó ser una tarjeta gráfica decente. Después de todo, aún no cumple dos años de edad, y no presenta ningún problema al momento de ejecutar los últimos juegos… asumiendo que no demanden los 4 GB enteros de memoria. La masiva pérdida de rendimiento en el acceso de los últimos 512 megabytes, la memoria caché L2 reducida y un número inferior de ROPs (Raster Operations Pipelines) fueron razones más que suficientes para que en febrero de 2015 se diera lugar a varias demandas con cargos de falsa publicidad, prácticas ilegales, y violaciones a la ley de comercio en el estado de California, por nombrar tres de ellos.
18 meses después de que este escándalo cruzara la Web de punta a punta, Nvidia finalmente llegó a un acuerdo. En primer lugar, la compañía le pagará a cada dueño de una GTX 970 la suma de 30 dólares, calculada a partir de las diferencias entre las especificaciones publicadas, y las que recibieron los consumidores con la compra del hardware. Y en segundo lugar, el fabricante se hará cargo de todos los gastos legales y administrativos, que ya alcanzaron los 1.3 millones de dólares. El acuerdo es «preliminar», por lo tanto necesita una aprobación formal, pero todo parece indicar que ambas partes darán luz verde, en especial si tenemos en cuenta el detalle de que Nvidia podrá seguir negando cualquier acusación y declarar que no tuvo malas intenciones.
Aún quedan muchos aspectos por resolver, comenzando por el hecho de que los consumidores deberán presentar un reclamo (cuyo mecanismo no se conoce todavía) y prueba de compra para acceder a esos 30 dólares. Además, el acuerdo aparenta estar limitado al territorio estadounidense, pero los dueños de la tarjeta en otras regiones del globo tal vez quieran mantenerse alertas sólo por si acaso.
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