Hace pocos días atrás fuimos testigos de la presentación oficial de la GeForce GTX 550 Ti, una tarjeta gráfica que posee un rendimiento dentro de todo lógico para su bajo costo. Sin embargo, esa vez habíamos anticipado que Nvidia arrojaría sobre la mesa del “high-end” un verdadero crucero de batalla, con todo lo necesario para pelear contra esa mole de AMD llamada Radeon HD 6990. Y el día ha llegado. La nueva tarjeta insignia de Nvidia es la GeForce GTX 590, con dos monstruos GF110 en su interior, acompañados por unos nada despreciables 3 GB de RAM. ¿Será suficiente?
En la mayoría de los casos, aquello que busca el usuario en tarjetas gráficas es el mayor rendimiento posible dentro de un costo razonable. Obviamente, la definición es amplia y vaga a la vez, porque en esencia depende del usuario. El rendimiento de una tarjeta puede ser maravilloso para alguien que sólo busca descomprimir vídeo 1080p sin problemas, o decepcionante para quien desea ver correr al Metro 2033 con todos los detalles al máximo. Sin embargo, el “corredor” de la alta gama se está haciendo cada vez más complejo de navegar tanto para AMD como para Nvidia. Las tarjetas son cada vez más grandes, generan más calor y más ruido, a cambio de un rendimiento masivo. AMD se ha robado la corona por algunos días con su flamante Radeon HD 6990, pero la respuesta de Nvidia no se hizo esperar. Damas y caballeros, aquí está la GeForce GTX 590.
Lo primero que sin dudas llama la atención son las velocidades de reloj en la tarjeta. Esperábamos unos números impresionantes, pero es evidente que Nvidia debió hacer algunos compromisos para garantizar la estabilidad y la durabilidad de la nueva GeForce. En total tenemos 607 Mhz de núcleo, 1214 Mhz en shaders, y 3414 Mhz efectivos sobre los 3 GB en GDDR5. Los dos chips GF110 integrados al PCB suman un total de seis mil millones de transistores, un número que honestamente provoca escalofríos. Si bien son arquitecturas muy diferentes, el número de transistores en la GeForce GTX 590 supera al de la Radeon HD 6990, aunque el ejemplar de AMD posee 1 GB de RAM extra.
Los parámetros técnicos de ambas tarjetas prometían una batalla muy dura, y así resultó ser en las diferentes pruebas. Por cada juego en el que vence la HD 6990, la GTX 590 responde con un punto a favor. Hay títulos específicos en los que una tarjeta es favorecida sobre la otra, pero en general estamos ante un empate técnico. Irónicamente, en donde la GTX 590 obtiene ventaja es sobre un campo que siempre le fue adverso, y es el del ruido. Nvidia ha dicho que su nueva tarjeta es la más silenciosa entre los modelos con dos chips, y en parte hay que darle la razón, ya que puede lidiar con temperaturas similares a las de la HD 6990 con una reducción en el ruido entre cinco y siete decibelios. El precio inicial de la GeForce GTX 590 es de 700 dólares, aunque es lógico asumir que habrá ediciones “premium” hechas por algunos fabricantes, con mejor refrigeración y velocidades más altas. En resumen, Nvidia defiende su posición en el “high-end” con uñas, dientes, y una impresionante tarjeta gráfica. Casi una guerra fría en el hardware de vídeo.