Los usuarios comparten toda clase de contenido en las redes sociales, y la música es apenas una parte. Bandas nuevas y clásicos de décadas pasadas se mezclan con vídeos oficiales en YouTube, boletos para recitales y el anuncio de nuevos CD’s. Lo que propone Nusiki es una especialización entre las redes sociales, de modo tal que compartir música y conocer material nuevo sea tan sencillo como escribir un tweet o subir una foto.
Redes sociales y música. No es la primera vez que el mercado trata de combinar estos componentes, y probablemente no sea la última. Algunos de los intentos más mediáticos terminaron siendo fracasos espectaculares (iTunes Ping duró apenas dos años), lo que demuestra en cierto modo qué tan profunda y personal puede llegar a ser la decisión de escuchar a uno u otro artista. Jamás he creído en el contenido «sugerido». La nueva música debe ser descubierta, encontrada por accidente si se quiere. Un tema debe quedar flotando en tu cabeza por un par de días… un pequeño trozo que se repite hasta el cansancio, y de repente, casi sin buscarlo sabes quién es el responsable.
Nusiki danza alrededor de esa idea y la expande con un amplio elemento social. Presentada originalmente como «Twitter para música», la red social Nusiki nos permite conocer qué es lo que el resto de los usuarios considera como buena música en estos días, y por supuesto, compartir nuestras propias canciones. Nusiki también cuenta con soporte integrado para YouTube y Soundcloud, por lo que escuchar ese nuevo contenido es cuestión de un par de clics. Al parecer Nusiki está recibiendo con los brazos abiertos a los usuarios de otro servicio similar, This Is My Jam, que ingresó recientemente en «modo lectura», preludio a un cierre definitivo. Como era de esperarse, Nusiki posee aplicaciones dedicadas en iOS y Android, lo que debería garantizar la participación de los usuarios que prefieren compartir música con sus dispositivos móviles.
Ahora, la pregunta es: ¿Necesitamos otra red social para compartir música? La integración de Facebook con Spotify ha demostrado ser bastante limitada, y sus usuarios se sienten mucho más cómodos publicando directamente los vídeos disponibles en YouTube. Algo similar sucede con Twitter, a pesar del límite en la cantidad de caracteres. Al mismo tiempo, hay personas que no pueden pasar un segundo sin música en sus oídos, y estoy seguro de que se sentirán como en casa usando a Nusiki. Será cuestión de esperar (y escuchar).