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Nuevos golpes contra el P2P

Esta semana las leyes internacionales se han cebado con los usuarios de Internet y el intercambio de archivos. Por un lado, en EEUU acaban de emitir una sentencia contra un programa de P2P llamado LimeWire y, mientras tanto, en Alemania han condenado a la dueña de una red Wifi por no haberla protegido de los hacker y haberles "permitido" bajarse archivos protegidos por derechos de autor. Los países “avanzados” no han dudado en aplicar mano dura para intentar acabar con la cultura del intercambio de archivos. Y todo parece indicar que la tendencia va en esa línea. Peligro.

Estados Unidos lidera el batallón de países que pretenden acabar con la piratería digital, aunque para ello tengan que dilapidar derechos universales adquiridos en la sociedad de la información. Sin ir más lejos, el juez estadounidense de distrito de Kimba Wood ha fallado contra el popular software de descargas a través de redes P2P LimeWire. Con eso ha dado la razón a 13 compañías de música pertenecientes a la Asociación de la Industria de la Grabación de América (RIAA). El juez basó su resolución en que "la distribución gratuita de las grabaciones a través de LimeWire compite con las ventas de los demandantes".

En opinión del magistrado, Lime Group (la compañía creadora del software) "optimizó el programa para asegurarse que los usuarios puedan descargar discos, los cuales en su gran mayoría están protegidos con copyright". De este modo, LimeWire "participó de forma activa fomentando la violación de la propiedad intelectual llevada a cabo por sus usuarios", asegura este juez. El factor de "competencia desleal con las discográficas" ha sido la línea base para motivar la resolución judicial. Esto ha llenado de satisfacción a la RIAA (La SGAE americana) que en boca de su presidente lo considera  "un éxito en la lucha de la comunidad creativa que reclama una plataforma de comercio legítimo en Internet".

Ahora le toca el turno al condenado para ejercer su derecho a recurso, apelando a instancias superiores antes de que sea firme la sentencia. Si la industria consigue que los tribunales supremos ratifiquen el fallo, sentará un peligroso precedente que permitirá enterrar a todos los programas de P2P que existen en Estados Unidos.

Alemania ha llegado aún más lejos y se han salido hasta de la foto. El Tribunal Supremo de este país ha culpado de un delito a una internauta que no protegió debidamente su red inalámbrica y permitió que desconocidos utilizaran su WiFi para descargar contenidos protegidos en redes de intercambio P2P. La cosa tiene miga porque la intervención de los hackers ocurrió mientras la dueña de la línea se encontraba de vacaciones. Pero como la chica no cambió la contraseña que viene por defecto en el router, el tribunal ha considerado que no ejerció de manera suficiente su obligación de proteger su línea. Increíble.

El dueño de la red no debe pagar daños y perjuicios al demandante pero sí abonar las costas legales. La sentencia no determina si esa responsabilidad, ante el uso de terceros de una red sin seguridad, se aplica también a líneas colectivas de Internet como las de hoteles y cibercafés. Francia pretende aprobar una medida equivalente donde se sancione a toda persona que sea propietaria de una línea de Internet y no la proteja debidamente. De esta manera, si un hacker te arrebata el control de tu wifi y se harta de bajar contenidos protegidos, acabarás pagando las consecuencias en tus propias carnes. Y hablamos de países con extensa cultura democrática ¿Hasta dónde llegará todo esto?.

Escrito por imported_Kir

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