En el campus de la Universidad Estatal de Ceará, en la ciudad de Fortaleza (Brasil) se está desarrollando un novedoso sistema de generación de energía limpia, que combina las bondades de la energía eólica con la solar. El líder del proyecto, Elissandro Monteiro de Sacramento, busca una alternativa que le permita a esa empobrecida región reducir los costos de producción de energía eléctrica, acabando con la dependencia crónica dependencia de los combustibles fósiles.
A diario se nos recuerda que el consumo de combustibles fósiles como medio para la generación de energía eléctrica o para impulsar medios de transporte resulta perjudicial para la salud del planeta y de quienes vivimos en el. Sin embargo, y a pesar de las pruebas que respaldan buena parte de los estudios existentes, son muy pocas las acciones que los gobiernos emprender para reemplazar esta forma de generación de energía por alternativas limpias y renovables. Afortunadamente, algunas empresas, particulares e instituciones educativas realizan investigaciones innovadoras que, con suerte, algún día nos permitirán olvidarnos de la pesadilla que representa quemar petróleo o carbón para satisfacer nuestras necesidades energéticas.
En ese sentido, uno de los proyectos más interesantes es el que se está poniendo a punto en el campus de la Universidad Estatal de Ceará, en la ciudad de Fortaleza (Brasil), donde un equipo de científicos brasileños dirigidos por el ingeniero mecánico Elissandro Monteiro de Sacramento está construyendo un inédito sistema híbrido de generación de energía. El novedoso sistema combina las tradicionales fuentes eólicas con colectores solares, y almacena la energía producida en forma de hidrógeno. En este caso, la financiación necesaria para desarrollar y construir los elementos necesarios para convertir la idea de estos ingenieros en un dispositivo funcional proviene de un crédito -250 mil reales (unos 120 mil euros)-proporcionado por el gobierno brasileño, tal como ha informado el Ministerio de Ciencia y Tecnología en un comunicado. Este es un dato muy interesante, sobre todo si tenemos en cuenta que en ese país se han realizado recientemente hallazgos de reservas de petroleo suficientes para convertir a Brasil en uno de los más grandes productores mundiales de este recurso.
Elissandro se propone optimizar el sistema eléctrico de la región, una zona pobre de Brasil en la que los costos de la producción de energía a partir de los métodos tradicionales resultan demasiado altos para la economía de sus habitantes. “Ceará importa grandes cantidades de combustibles fósiles para generar su energía, lo que deja al Estado como rehén del mercado del petróleo“, explica este ingeniero. Para lograr la independencia energética, su equipo comenzó desde lo más básico. “Tras la elaboración de un mapa eólico y realizar estudios sobre el potencial de la energía solar, se comprobó que Ceará tiene una elevada capacidad de producir estas dos fuentes de energía“, agregó. Respecto al apoyo económico recibido por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el investigador dijo que “se trata de un apoyo de fundamental importancia para que podamos concretar una idea que tuvo su origen hace unos tres años. Con el capital que recibimos podremos instalar un sistema piloto, con el que seremos capaces de verificar el comportamiento del sistema“. Si todo sale bien, se abordará la construcción de un sistema mayor. Uno de los puntos más sobresalientes del proyecto es la tecnología que les permite almacenar la energía generada en forma de hidrógeno, un gas que puede almacenarse y distribuirse con facilidad. Esta reserva actúa como una suerte de batería, a la que puede echarse mano cuando no hay sol y/o viento.
Uno de los puntos más sobresalientes del proyecto es la tecnología que les permite almacenar la energía generada en forma de hidrógeno.
Los brasileños general en hidrógeno mediante la electrólisis del agua. La corriente eléctrica proporcionada por los generadores eólicos y los paneles solares sirve para romper los enlaces entre el hidrógeno y el oxigeno del agua común, y el gas producido se almacena, constituyendo un depósito de energía para su uso futuro. Según los responsables del proyecto, esta “conversión” de la energía eléctrica en hidrógeno “facilitará la comercialización de la energía, además de ser ecológicamente correcto“. Y la buena noticia es que el equipo de la Universidad Estatal de Ceará no es el único que se encuentra investigando este concepto, ya que en varias universidades brasileñas están trabajando en este sistema de almacenamiento de energía. En cuanto a los plazos, el equipo cree que tendrá listo el prototipo este mismo año, ya que los trabajos avanzan a buen ritmo. Ya han finalizado con la instalación de los paneles solares, y los equipos aerogeneradores están a punto de ser adquiridos en Europa. Si tienen éxito, el sistema propuesto podría constituir el punto de inflexion que marque el comienzo del fin de la dependencia del carbón y petróleo a la hora de generar energía, algo muy importante sobre todo luego de la “mala prensa” que han recibido las centrales nucleares a raíz de los desafortunados eventos que tuvieron lugar en Japón.