Se ha desarrollado un nuevo método para evitar la concepción, esta vez, para que lo usen los hombres. Consiste en una especie de válvula que puede abrir o cerrar los conductos seminales, y que es operada mediante un control remoto.
Científicos australianos están experimentando con una nueva clase de implantes anticonceptivos masculinos, que controlan el flujo de espermatozoides proveniente de los testículos. El dispositivo se coloca en el interior del conducto deferente, que es la tubería encargada de llevar el esperma de cada testículo al pene. Cuando está cerrado bloquea el flujo de espermatozoides, y permite nuevamente el paso al abrirse. Lo interesante de este implante es que puede operarse mediante un sistema de radiocontrol. Según los investigadores, la válvula en cuestión puede ser una alternativa reversible a la vasectomía.
Cuando un hombre se someta a una operación de vasectomía, los llamados “vasa deferentia” se cortan o bloquean, un proceso que requiere la cirugía y pueden requerir de una semana de recuperación. El procedimiento no puede ser invertido con fiabilidad, aspecto que resulta muy poco atractivo para la mayoría de los hombres.
Pero el dispositivo creado por los australianos, a pesar de realizar la misma tarea, es completamente reversible y puede elegirse entre una u otra posición (abierto o cerrado) las veces que el paciente lo desee. Dicho cambio se efectúa mediante un mando a distancia que opera mediante ondas de radio cuyas órdenes hacen que la válvula de polímero de silicona se abra o cierre, permitiendo o impidiendo al hombre la posibilidad de embarazar a su compañera.
Tal como explica Derek Abbott, uno de los investigadores responsables de este invento, el proceso “es como encender o apagar un televisor mediante un mando a distancia, salvo que el control remoto en este caso permanecerá bajo la custodia del médico de cabecera del paciente como una forma de protección contra embarazos accidentales o el mal uso potencial del dispositivo. "
Para garantizar que el dispositivo no es activado (o desactivado) de forma accidental, el sistema funciona de una manera similar a una tecla de mando a distancia de un coche. Cada válvula responde sólo a una señal de frecuencia de radio con un código único.
Otra de las ventajas importante es que no requieren cirugía abierta, a diferencia de una vasectomía. Las 800 micras de largo que mide el dispositivo permiten implantarlo usando simplemente una aguja hipodérmica. "El procedimiento puede ser realizado en una clínica en lugar de en un hospital", dice Abbott.
Los investigadores han finalizado el diseño de todas las partes de la válvula, y están convencidos de que va a funcionar de forma efectiva. El siguiente paso será probarlo en el laboratorio con un tubo de agua a presión. Después de eso, los ensayos se llevaran a cabo empleando ovejas y cerdos vivos.
Un problema potencial, sin embargo, es que después de un tiempo, la válvula se puede atascar con proteínas y permanecen cerradas permanentemente, lo que provocaría la infertilidad de su portador. "Nosotros sólo proponemos este dispositivo a los hombres que están pensando en efectuarse de todos modos la vasectomía", agrega Abbott. "Pero, a diferencia de la vasectomía tradicional, este método tendría un plazo de gracia en el que el procedimiento puede ser fácilmente revertido."