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Nuevas retinas para ratones ciegos

La ciencia sigue intentando restablecer el sentido de la vista a aquellas personas que por algún motivo no pueden ver. Un experimento reciente, realizado sobre ratones enceguecidos genéticamente demuestra que el trasplante de células de cono de la retina, las que son sensibles a la luz, permiten restablecer la capa fotoreceptora, creando nuevos conos y bastones. A pesar de encontrarse en sus etapas preliminares, el estudio supone un gran avance en la cura de la ceguera.

Jane Sowden, una especialista  de la University College de Londres, ha dirigido un experimento que puede convertirse en una de las alternativas más viables a la hora de devolver el sentido de la vista a las personas ciegas. Existen diferentes tipos de ceguera, y el trabajo que ha realizado Sowden se centra en aquellos casos en que la pérdida de visión está asociada a deficiencias en la capa de fotorreceptores que tapizan la retina. En esa zona del ojo se encuentran las células -llamadas “conos”, que son sensibles a la luz y nos permiten la visión en colores. Los conos reciben este nombre por la forma conoidea que tiene su segmento externo, y se encuentran principalmente en la zona central de la retina, la fóvea. Los humanos, igual que casi todos los primates, poseen tres tipos de conos. Cada uno de esos grupos es sensible a una longitud de onda determinada de la luz (verde, roja o azul), gracias a la presencia de unas sustancias llamadas opsinas (eritropsina para el rojo, cloropsina para el verde y cianopsina para la luz azul). Las señales generadas por estas células se transmiten, a través del nervio óptico, al cerebro, donde son interpretadas. Si los conos no existen, la retina es incapaz de permitir la visión.

El trabajo del equipo de Sowden ha consistido en proporcionar los conos faltantes a retinas de ratones que, previamente, habían sido engendrados con una modificación genética destinada a -justamente- evitar que dichas células se formasen. Estos ejemplares, a fines prácticos, poseían un problema en sus retinas conocido como amaurosis congénita de Leber. Lo que han hecho los ayudantes de Sowden es extraer conos de las retinas de ratones recién nacidos o embriones en las ultimas etapas de formación, y luego trasplantarlas en los ojos de los ratones ciegos. Según informa, un grupo de unos  200.000 conos han bastado para que, luego de tres semanas, se haya establecido en la nueva retina una capa fotoreceptora nueva. Si bien esto representa un enorme avance -al fin y al cabo, sin conos no hay visión- lo cierto es que la capa formada en las retinas de los ratones ciegos aún no es funcional. Hay que esperar algunas semanas más y realizar nuevos experimentos para ver si esta alfombra de receptores establecen las necesarias conexiones con el nervio óptico para que el cerebro pueda recibir las señales que allí se generan. Jane Sowden dice que a pesar de encontrarse en sus primeras etapas, se trata de “un trabajo emocionante, que puede representar un avance médico impresionante”. Y no es para menos: recuperar la vista, o poseer ese sentido luego de haber nacido ciego sería, sin dudas, un logro enorme.

Escrito por Ariel Palazzesi

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