Ya hemos visto en el pasado el potencial que los discos de estado sólido poseen, al mismo tiempo que observamos algunos anuncios de empresas dedicadas a la fabricación de estos discos, sobre el aumento de su capacidad. Ahora, todo indica que una empresa ha creado un procesador especial para dispositivos SSD, que permite obtener un aumento radical en los rendimientos de lectura y escritura, alcanzando transferencias de unos 250 megabytes por segundo, algo imposible de lograr para un disco SSD promedio.
Según la empresa SandForce Inc., estos nuevos procesadores, además de aumentar el rendimiento de los discos de estado sólido, también provocarán un gran impacto en el precio final de estos discos, que actualmente poseen un costo muy superior en comparación con los clásicos discos duros. Esto se debe a que el procesador SF-1000 le dará a los discos con celdas de nivel múltiple (MLC) un rendimiento que los pondría en competencia directa con sus hermanos de células de nivel simple (SLC). Los discos MLC se han caracterizado por ser significativamente más lentos que sus hermanos SLC, y en muchos casos el rendimiento obtenido no justifica el cambio de discos duros a discos SSD. Con la intervención del nuevo procesador y sus teóricos 250 megabytes por segundo, la adquisición de un disco MLC como unidad principal de almacenamiento para un ordenador se vuelve mucho más viable.
Junto con el nuevo procesador, la empresa también ha presentado al firmware DuraClass. Este firmware estará encargado de controlar y regular los diferentes aspectos que afectan a un disco SSD, como el nivel de desgaste. El mejor de los discos MLC posee un nivel de diez mil ciclos de escritura antes de que alguna falla aparezca. Con el nuevo firmware DuraClass, se podrían reducir los factores de desgaste hasta ochenta veces, lo que extendería ampliamente la vida útil de los discos SSD basados en tecnología MLC.
Además, SandForce también ha creado un sistema llamado RAISE, una especie de "RAID interno" entre los chips que le dan forma al disco SSD. En el caso de una falla catastrófica, las probabilidades de recuperación de datos en un disco SSD no son del todo buenas, pero con RAISE se eleva en cien veces la capacidad de recuperación en uno de estos discos. Como si eso fuera poco, el aumento en la eficiencia de los discos y la reducción de escrituras por parte del procesador pueden aumentar la capacidad de ahorro de energía de los discos SSD. Sinceramente, si la mitad de todo esto llega a implementarse, la forma en la que vemos a los discos SSD en estos días podría cambiar repentinamente. Sólo queda esperar a que apliquen esa tecnología, y a que bajen de precio, preferiblemente a los niveles de los clásicos discos duros.