Las dos arquitecturas más cercanas al consumidor, x86 y ARM, han recibido múltiples optimizaciones en los últimos años con el objetivo de reducir su consumo de energía. El camino fue especialmente complejo para Intel, que aún busca expandir su presencia en el mercado móvil, pero los verdaderos beneficios en el ahorro energético son más evidentes en el mundo de los servidores. Ahí es cuando aparece Rex Computing, compañía que trabaja en una arquitectura capaz de consumir la vigésima parte de la energía que los productos Intel.
La historia de Rex Computing comienza con Thomas Sohmers, un joven de 19 años que abandonó sus estudios para fundar esta startup con la ayuda económica de Peter Thiel, conocido por sus inversiones angelicales, y por ser uno de los fundadores de PayPal. El interés de Thiel y otros elementos como nuestros amigos de DARPA parece estar bien justificado, ya que el plan de la compañía es desarrollar una nueva arquitectura ultra-eficiente, con un consumo veinte veces menor al de su equivalente en Intel. Desarrollar arquitecturas desde el principio es complicado por cuestiones de compatibilidad. Todos sabemos muy bien que tanto ARM como x86 tienen espacio para ser optimizadas, pero la idea siempre ha sido mantener un equilibrio razonable. Sin embargo, los entornos de alto rendimiento operan bajo otras reglas, y lo que beneficia a un sistema de escritorio resulta ser completamente innecesario en un superordenador.
¿Cuál es la clave detrás de los «Neo chips» de Sohmers? La explicación que da es la siguiente: Se necesitan aproximadamente 4.200 picojulios para mover 64 bits desde la DRAM hacia los registros, cuando una operación de punto flotante en doble precisión demanda apenas 100 picojulios. En otras palabras, mover datos consume 42 veces más energía que trabajar sobre ellos, y esto se debe a que todos los interruptores, cables, y la jerarquía de caché en sí se devoran la diferencia. El objetivo de los Neo chips es eliminar todo ese «overhead» y reducir el consumo, a cambio de una mayor complejidad por el lado del software, el cual deberá absorber varias funciones de administración. Esto implica la existencia de kits de desarrollo, y más tiempo invertido sobre el código.
¿Qué hay sobre los números «duros» del Neo chip? 256 núcleos a 256 GFLOPs en precisión doble, y una eficiencia de 64 a 128 GFLOPs por vatio, o sea, entre 2 y 4W por cada chip, dependiendo de la aplicación. Imagino que la mejora en la eficiencia no se extenderá a todos los casos, pero aún si cumple con la mitad de lo que promete, el mundo del alto rendimiento seguramente le dará la bienvenida a la nueva arquitectura de Rex Computing.
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