La Comisión Europea ha informado que la industria farmacéutica está bloqueando (o retrasando) la entrada de medicinas genéricas (por ende más económicas) a todas las naciones que forman parte de la Unión Europea. ¿Qué sucede si alguien no puede comprar sus costosas drogas? Bueno, parece que no les importa. Tampoco les importa que, por su culpa, los impuestos que van destinados al plan de salud sean obscenamente elevados.
En un reciente informe, la Comisión Europea informó que la industria farmacéutica (las compañías que producen medicamentos) está bloqueando la entrada de medicinas económicas (genéricas) a la Unión Europea. Esto le ha reportado a la industria 3 mil millones de euros (entre 2000 y 2007) que, de otra forma, no hubiese ganado. Euros que pagas tú, con tus impuestos. La Comisión informó que las compañías han tomado acciones legales para evitar que otras empresas rivales entren en el mercado. ¿Su respuesta? Aseguran que estas medidas son completamente legales, y sirven para proteger sus inversiones en investigación y desarrollo.
De todos modos, esto no es novedad. Las compañías que producen versiones genéricas de las medicinas cuya patente ha expirado, siempre se han quejado de lo difícil que es introducir su mercadería en el mercado europeo. Resulta vergonzoso, además, que muchas veces son los dueños de esas patentes quienes intervienen en los procedimientos de aprobación nacionales. O sea, ayudan a legislar a nuestros líderes, y no con nuestros intereses en mente.
En este último tiempo hubo aproximadamente 700 litigios sobre patentes y solo 200 de ellos terminaron en un acuerdo entre ambas partes. Además, el 10% de estos acuerdos limitaba la entrada de productos genéricos al mercado.
Sin embargo, esto no está pasando por alto a la Comisión, ya que la misma ha dicho oficialmente que no dudará en denunciar a compañías que violen los derechos de libre competencia. En caso que esto suceda, se impartirán multas de grandes sumas de dinero. En 2005, AstraZeneca fue multada con 60 millones de euros por bloquear la entrada de una medicina genérica para la úlcera.
Entendemos perfectamente que ellos deseen ser inmundamente ricos vendiendo sus medicamentos, pero también deben entender que no todos pueden darse el lujo de comprar semanal (o mensualmente) sus costosos productos. Tampoco les importa que esto resulte en impuestos mucho más altos, tanto que deja a la mayoría de los mileuristas con una soga en el cuello. En resumen, a la industria farmacéutica no le importa tu salud, ni la nuestra. Solo les importa si compramos, o no, sus productos. Esto es entendible en industrias donde la salud no está en juego. Es que nadie se va a morir si Apple vende su iPhone más caro en Europa que en otros lados del mundo. Para colmo de males, esto no es lo peor que han hecho, ni lo peor que harán.