En la actualidad, si quieres doblar a la derecha, lo que debes hacer es girar el volante. El volante ha sido un método de control eficaz, pero la realidad nos dice que los coches no colisionan solos, y la relación entre ojos y manos puede ser traicionera a veces. En el futuro, las cosas serán diferentes. Un coche podrá anticiparse a tus deseos, ya sea si quieres doblar, acelerar o frenar, y actuar en consecuencia, a través de la interpretación de múltiples factores, incluyendo a tus ondas cerebrales, haciendo del acto de conducir una experiencia más segura. Ese es el plan que tiene la gente de Nissan, en asociación con la EPFL de Suiza.
La idea de un coche que se conduzca solo no es nueva. Ya hemos visto algunos ejemplos aquí en NeoTeo, y aunque a simple vista parecen ser en extremo eficientes, se necesitarán de años enteros de pruebas antes de que el ser humano renuncie al volante. Y esa es principalmente la barrera más complicada de superar. Aún hoy hay conductores que se rehusan a la idea de tener una caja automática en sus vehículos, por lo que sería una verdadera aberración para ellos dejar que el coche se conduzca sin intervención. Entonces, no estaría mal llegar a un compromiso entre coche y conductor. Las manos seguirán en el volante, pero el coche podrá anticiparse a las decisiones o requerimientos del conductor, ya sea girar, acelerar, frenar, o realizar un sobrepaso (donde esté permitido, claro).
Este proyecto surge a partir de una colaboración entre Nissan y la École Polytechnique Fédérale de Lausanne, ubicada en Suiza. El trabajo de los científicos en la EPFL ya permite que personas con discapacidad motriz puedan controlar sus sillas de ruedas solamente con su pensamiento. El siguiente paso, y uno muy grande para ser honestos, es adaptar la tecnología para brindar la precisión y la seguridad suficiente que permita su utlización en un coche. El profesor José del R. Millán, líder del proyecto, ha dicho que la idea es “mezclar” la inteligencia del conductor y del vehículo, eliminando así los conflictos entre ambos, llevando a un andar mucho más seguro.
Las interfaces cerebrales son algo bien conocido en el mundo científico, pero actualmente no son del todo prácticas, ya que requieren de un enorme ejercicio de concentración por parte de los usuarios. Este proyecto buscará crear nuevos sistemas que combinen actividad cerebral, patrones de movimiento ocular, el escaneado del entorno del coche y sus propios sensores internos. Reemplazar al conductor puede parecer el camino lógico para la aplicación de tecnología en los vehículos, pero reducir la brecha entre conductor y coche también puede ser viable con el desarrollo suficiente. Ford ya tiene planes de convertir a un coche en un “asistente personal”. Ahora Nissan busca que se anticipen a los deseos del conductor. Esperamos que los primeros prototipos no demoren mucho…
