Nintendo siempre fue diferente. En la era 8 bits decidió crear una consola que desafiara el prejuicio instalado de que los videojuegos eran para niños y diseñó su NES para que se mimetizara con otros artículos del hogar, con un diseño sobrio y afín al de una videocasetera. Cuando nadie pensaba siquiera en la realidad virtual, se despachó con una consola como Virtual Boy. Es cierto, fue un fracaso… ¿y qué? ¡Nintendo intentó llevar la realidad virtual a los hogares en 1995!
Cuando todas las demás empresas ya estaban en los 32 bits, en plena competencia contra el monstruo que fue la PlayStation de Sony, Nintendo le dijo que no al soporte CD/DVD y siguió firme con los cartuchos, saltando directamente a los 64 bits. Luego fue el minidisk (GameCube), la DS con su pantalla sensible al tacto, después los controles por movimiento (Nintendo Wii, super récord de ventas) y finalmente por un híbrido rarísimo, como lo es la Wii U.
Durante los últimos años, cada vez que Nintendo anuncia una nueva consola, los profetas del apocalípsis vuelven con el mismo cantito, dedicando páginas enteras de predicciones pesimistas. Y sin embargo aquí está Nintendo otra vez, pisando fuerte y sin fundirse, como lo viene haciendo desde 1889. Ninguna de las empresas que hoy fabrican consolas se pueden jactar de haber sostenido su negocio durante tanto tiempo.
Hago toda esa extensa introducción porque Nintendo acaba de anunciar su próxima consola, la Nintendo Switch (cuyo trailer puedes ver debajo) y hay ya muchos diciendo: “Meh, no era lo que me esperaba...” ¡Y eso es exactamente lo que no entienden! Nunca es lo que uno espera con Nintendo. ¡NUNCA LO FUE! ¿Dónde creen que radica su éxito como empresa desarrolladora de juegos y consolas? Nintendo comenzó vendiendo naipes, no lo olvides. Sabe mucho más de cambios y, claro, de juegos que cualquier otra corporación tecnológica, que solo entiende de hardware y del poder de un CPU.
En fin, la Nintendo Switch es una consola híbrida que se puede jugar en un televisor pero que también se puede llevar cual tablet dentro de tu mochila. En su formato tablet, los controles van a los lados, pero también se pueden separar para apoyar la pantallita y que uno se pueda reclinar para seguir jugando. Los controles son bastante modulares e incluso permitirá a dos jugadores usar solo un control (usando una “mitad” cada uno) o bien cada uno con su control completo. Esto es genial, porque puedes encontrarte con un amigo en una plaza y jugar allí mismo, sin necesidad de agregados, sacrificando un poco de comodidad en pos de aprovechar el momento.
Dentro de la Nintendo Switch se encuentra un procesador Tegra a medida, directamente de Nvidia, del que aún se sabe poco y nada. Estará basado, reza el comunicado, en la misma arquitectura de las mejores tarjetas gráficas GeForce, y tendrá reproducción de video acelerada por hardware y software a medida para efectos de audio y renderizado. Sobre esto, muchos están preocupados con el asunto de que la Nintendo Switch podría quedarse un paso atrás de las consolas actuales, en términos de desempeño y despliegue gráfico. Pero, como ya he explicado, esa gente no entiende nada.
La historia lo ha demostrado siempre: para que una consola sea buena, solo tiene que tener juegos divertidos, no hay otra. Nintendo de eso sabe mucho, muchísimo. Solo con sus títulos propios (desarrollados internamente) ha sabido alcanzar para que cada una de sus consolas anteriores sea digna del apellido, incluso las menos exitosas. La historia con Nintendo Switch no va a ser diferente. A mi me encantó.