Nuestra sección general de fotografía se encuentra repleta de cámaras compactas con diferentes funciones y precios (y esperamos continuar con su expansión), pero cada vez que surge el término superzoom, descubrimos cuerpos que están más en línea con una réflex o una mirrorless. ¿Acaso es posible crear una superzoom tan compacta como un smartphone? La gente de Nikon hizo el intento con su flamante Coolpix A1000. Este modelo esconde una óptica equivalente a 840 milímetros, fotografía RAW, grabación 4K y visor electrónico, que te servirán bien siempre y cuando aceptes algunos compromisos.
Disparar de cerca, enfocarse en retratos, explorar interiores, perseguir acción, buscar escenas a lo lejos… cada fotógrafo tiene su preferencia, y trata de adaptar su equipo a ella, pero tampoco es buena idea «optimizar» hasta quedar atrapado en una esquina. En la otra acera, los comodines pueden ser muy convenientes bajo un uso casual, y de hecho los hemos recomendado en varias oportunidades para quienes se mueven con un presupuesto muy ajustado, sin embargo, algunos límites son muy evidentes. La Nikon Coolpix A1000 nos presenta un ejercicio muy interesante. A simple vista es una ultracompacta más de la familia Coolpix, pero al ubicarse como heredera de la A900, su recurso principal es un superzoom con distancia focal equivalente de 24-840 milímetros. La pregunta es, ¿qué debemos ceder a cambio de eso?
Nikon Coolpix A1000: Mirando un poco más allá
Anunciada en enero de este año, la Nikon Coolpix A1000 posee un sensor CMOS de 16 megapíxeles efectivos, cuatro menos que la A900. Su sensibilidad ISO se extiende de 100 a 6.400 sin modos Boost, mientras que la velocidad de obturación va de 1/4000 a 8 segundos. Su pantalla LCD es de 3 pulgadas con 1.03 millones de puntos, trae soporte táctil, y además es abatible 180 grados hacia abajo, ideal para selfies. Una de las nuevas adiciones en la Nikon Coolpix A1000 es el visor electrónico, pero el fabricante optó por una implementación más humilde de lo normal, con 1.16 millones de puntos y una cobertura del 98 por ciento. Por suerte, podemos pasar con facilidad del visor a la pantalla, ya sea con el botón dedicado, o dejando que el sensor de proximidad se encargue.
Lógicamente, todo gira alrededor del 24-840 en la Nikon Coolpix A1000. Uno de los primeros ajustes se manifiesta en el sistema de agarre, un poco más profundo y definido que en la A900, pero cualquier usuario decidido a exprimir el modo teleobjetivo debería añadir un trípode a su configuración (así lo recomienda el fabricante, y nosotros nos sumamos). Otra incorporación muy interesante es el soporte RAW, algo que había quedado en el tintero con la A900. Ahora, no esperes una reacción particularmente veloz del Burst al disparar RAW. El máximo es de unos 3 o 4 cuadros, y luego necesita algunos segundos extra para limpiar el búfer. Lo mismo sucede con las imágenes JPEG, pero en ese caso el Burst asciende a 10 FPS, con un búfer total de diez fotogramas. En lo que se refiere al sistema de autoenfoque, la Nikon Coolpix A1000 se basa en detección de contraste, con 9 zonas disponibles en el modo manual. Su rendimiento es mejor de lo que esperábamos, con respuestas rápidas y precisas a la vez, aunque puede sufrir un tropiezo o dos en condiciones de baja luz muy adversas.
La interfaz de la Nikon Coolpix A1000 es intuitiva, y en un par de minutos estarás tomando fotografías como si la conocieras de toda la vida. Tienes dos controles de zoom a tu disposición, y si llegas a perder al sujeto, el botón de retroceso rápido te ayudará a localizarlo con facilidad. Tampoco verás sorpresas mayores en el dial de modo, con funciones de Full Auto, Creativo, menú de Escenas (22 en total), Vídeo, Manual «M», Prioridad de Apertura «A», Prioridad de Obturación «S», y Automático Programado «P». La compensación de exposición se realiza a través del multiselector en la parte trasera de la cámara, y puedes cambiar a gusto el rol del pequeño botón Fn en el frente. Si necesitas resolver algún detalle secundario, no dudes en consultar el manual, que a pesar del reciente lanzamiento, ya está en español.
Al igual que su hermana menor, la Nikon Coolpix A1000 graba vídeo 4K a 30 cuadros por segundo, o como alternativa, 1080p60. Sus exigencias en cuanto a velocidad de escritura en la tarjeta de memoria no son muy altas, pero si puedes apuntar un poco más alto de lo normal, no dudes en hacerlo. El vídeo 4K es una buena adición, aunque no la razón principal por la que alguien compraría esta cámara. Como siempre, si deseas el mejor 4K que una ultracompacta tiene para ofrecer, deberás pagar el doble y visitar el territorio de la Sony DSC-RX100 V, que por cierto ya cuenta con un reemplazo (más novedades sobre eso pronto). La prioridad de la Nikon Coolpix A1000 está entre su modo teleobjetivo, y la posibilidad de llevarlo a todas partes como a una point and shoot cualquiera. Las funciones de conectividad están garantizadas gracias al WiFi, el soporte Bluetooth 4.1, y la aplicación SnapBridge, que imagino recibirá una actualización en las próximas semanas.
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Accesorios para Nikon Coolpix A1000
No tiene sentido esconder el golpe: Con 439 euros en su etiqueta, la Nikon Coolpix A1000 arrastra un mal precio, y digo «arrastra» porque se convierte en un yunque. La lógica indica que el fabricante japonés deberá ajustar ese número hacia abajo muy pronto, porque ni siquiera la ventaja del «superzoom ultracompacto portátil» es suficiente para justificar su posición por arriba de los 400 euros. Dicho eso, dejemos que nuestra lista de accesorios sirva como trabajo preventivo. Una vez que el precio de la cámara sea más amigable, esta selección saldrá al rescate.
Baterías y alimentación
Con un promedio de 250 disparos, la batería de la Nikon Coolpix A1000 está a la par de otras ultracompactas: No es tan débil, pero tampoco encontramos algo extraordinario. La buena noticia es que Nikon decidió no reinventar la rueda aquí, y la cámara utiliza los clásicos módulos EN-EL12. Eso significa que por apenas 20 euros puedes comprar una batería Gloxy compatible, mientras que el cargador Gloxy 2 en 1 para casa y coche costará otros 22 euros. Nada mal para resolver la ecuación energética en la Nikon Coolpix A1000 de forma casi permanente.
Trípodes y soportes
- Incluye cabezal 3D con plato de liberación rápida
- Incorpora sistema de nivelación de burbuja
- Sistema de cierre de pestaña en las patas
- Capaz de soportar hasta 3 kg de peso
- Llega a una altura máxima de 1675 mm
- Incluye bolsa de transporte
Sin lugar a dudas, la Nikon Coolpix A1000 necesita de un soporte. Eso no quiere decir que la cámara sea pesada. Por el contrario, sus 330 gramos son con batería y tarjeta de memoria incluida, pero cuando se la utiliza en modo teleobjetivo o vamos a disparar en entornos de baja luz, nuestras manos pueden traicionar al resultado final. A la hora de buscar un trípode para Nikon Coolpix A1000, nuestra primera parada es el Gloxy GX-TS370, que incluye un cabezal 3D, y soporta un máxima de tres kilogramos. En cambio, si deseas un soporte tan compacto como la cámara en sí, la solución es un clásico Clampod Takeway T1, al que puedes enganchar en donde sea, y usar con mucho más que una cámara.
Bolsos y fundas
La Nikon Coolpix A1000 no cuenta con protección adicional frente al polvo y los líquidos, y si has decidido que esta cámara forme parte de tu arsenal, tienes que explorar algunas opciones en materia de bolsos y fundas. En primer orden podrías sumar una funda Lowepro Dashpoint 30 de interior acolchado, con un bolsillo secundario para guardar tarjetas o baterías, y un precio que sigue por debajo de los 15 euros. La otra alternativa que vamos a nombrar hoy es el bolso antirrobo Pacsafe Camsafe ZP, resistente a cortes y perforaciones, con ganchos para bloquear el acceso a su interior, y un color neutro que la ayuda a pasar desapercibida.
Tarjetas de memoria
Tal y como mencionamos más arriba, la Nikon Coolpix A1000 no impone demasiadas exigencias en tarjetas de memoria. De hecho, el manual indica que una tarjeta V6 es el mínimo recomendado, pero en esta oportunidad vamos a destruir ese parámetro con dos unidades muy accesibles. La primera es una memoria SDHC Transcend de 32 GB que lee a 85 MB/s y escribe a 45 MB/s, muy por arriba del V6 que comenta el manual. Su precio no llega a los 20 euros, y para un uso casual es más que suficiente. Ahora, si prefieres un poco más de poder de fuego, lo encontrarás en la Sony SF-64UY3 de 64 gigabytes. Escribe a 70 megabytes por segundo, y su precio queda a las puertas de los 30 euros.
Kits especiales
- Caja de luz con 4 fondos de colores
- Dos focos para iluminar el objeto
- Incluye un soporte para la cámara
- Ideal para la fotografía de producto
- Totalmente portátil
Para finalizar, una pequeña sección dedicada a misceláneos que te ayudarán a extender la vida útil de tu cámara, y por qué no, hacer un poco de dinero con ella. Por un lado, no ignores la utilidad de un buen equipo de limpieza como el kit Gloxy 6 en 1. Trae todo lo que una cámara requiere para mantener el polvo y la grasa a raya, desde fuelle y pincel hasta paño y líquido limpiador. Y por el otro, sugiero al mini estudio fotográfico portátil. Con 40 centímetros por lado, lo cierto es que no ocupará mucho espacio en tu casa, los fondos de colores son ideales para la fotografía de productos, y sus dos focos eliminarán cualquier déficit de luz.
Otros reviews sobre la Nikon Coolpix A1000 dirán que su calidad de imagen es similar a la de un smartphone, o que una cámara con estas características no debería presentar ruido a ISO 800. Sin embargo, yo diré que hace un trabajo sólido en su punto más fuerte (superzoom), y que al final del día no hay hardware malo, sino precios malos. Si en el futuro cercano Nikon le quita 50-60 euros de encima a esta Coolpix, la historia será muy diferente. Vamos a esperarla un poco, ¡y buena suerte!