Neverwinter Nights 2 es uno de los juegos de ordenador más esperados del año. Y no es para menos, su primera parte fue aplaudida por críticos y fanáticos por igual. Es que el mundo de Dungeons & Dragons nunca fue tan versátil. Neverwinter Nights 2 es muy especial por diferentes razones. Primero y principal, los talentos detrás de su desarrollo son los mismos que, tiempo atrás, nos sorprendieron con la mejor saga de RPG de todos los tiempos: Baldur’s Gate I y II, junto a sus expansiones. Segundo porque, como es lógico, es la secuela del primer Neverwinter Nights, un juego que causó sensación en los ordenadores roleros. Sucede que fue el primer juego de rol que permitió a un Master generar partidas multijugador y dirigir sus propios módulos, creados a partir del tool kit incluido en el juego (Vampire: The Masquerade no cuenta). Y, tercera razón, porque cuenta con la versión 3.5 de las reglas de D&D, y eso siempre es bienvenido.
Una noche de invierno
Todo comienza cuando el pueblo de nuestro personaje es atacado por demonios del infierno que matan todo a su alrededor. ¡Las cosas no pueden terminar así! Y la aventura no hace más que empezar…
Bueno, sí, tienen razón, no es lo que se dice un comienzo carente de clichés. Pero, conforme avanzamos en la trama, las cosas se van poniendo mucho más interesantes. Como los ex-Bioware, hoy Obsidian, nos tienen acostumbrados, tendremos gran cantidad de aventuras alternativas para completar y un final muy épico. Lo mejor son las posibilidades que se desprenden de los árboles de conversación, la cantidad de cosas que podemos contestar y los dilemas morales que se nos plantean a cada momento. Esto, a diferencia del título anterior, tendrá mayores consecuencias en la trama principal y en la relación con nuestros seguidores.
Lo mejor es que ahora podemos tomar control directo de ellos, lo que hace sentir a Neverwinter un juego mucho más completo. El problema es que, cuando son controlados por el ordenador, no siempre cumplen sus funciones como deberían y muy frecuentemente tendrán que buscarlos por los niveles. Sí, la inteligencia artificial tiene ese y otros fallos.
Creación de personajes
Los aficionados a Dungeons & Dragons sabrán como la edición 3.5 de las reglas cambiaron la creación de personajes. A diferencia de los anteriores juegos de la licencia, ahora podrán elegir entre docenas de razas y subrazas. ¡Están todas! Humanos, elfos, drows (elfos oscuros), halfling, enanos, medio-orcos y Aasimar (medio ángel), entre muchísimos otros. Por supuesto, cada raza tendrá sus características especiales e influenciarán la manera en que los demás se relacionan con vuestro personaje. Luego deberán elegir la clase. Tendrán aquí las clásicas, junto a algunas de prestigio. El alineamiento del personaje será mucho más importante que en juegos anteriores. Aquí influenciará no sólo los quests que pueden hacer, y como terminan, sino también los compañeros que querrán unírseles, su relación con los personajes no jugadores y cómo será el castillo que tendrán más adelante en el juego.
De hecho, gráficamente el juego es mediocre, si lo comparamos con otros juegos de la misma calidad. No está a la par de títulos como The Elder Scrolls IV: Oblivion o Dark Messiah of Might & Magic, y eso es grave, más viniendo de una empresa como Obsidian.
La acción del modo para un jugador es un tanto repetitiva y lineal. Cosa rara en un juego de rol. Nunca alcanza la profundidad de títulos como Baldur’s Gate II o Planescape Torment. El fuerte del juego está en el multijugador cooperativo. Sí, porque con una conexión a Internet o vía LAN, podremos jugar el modo campaña con hasta tres amigos. Ni hablar de la profundidad del tool kit de esta nueva versión. Cualquier Dungeon Master que se precie debería echarle una mirada y hacer sus sueños realidad. Los módulos creados con este tool kit pueden ser compartidos y dirigidos online. Y son lo mejor del juego, sin dudas.
En conclusión, si esperaban un Baldur’s Gate 3, se van a sentir decepcionados. Pero si querían una herramienta para crear sus propios módulos para dirigir y compartir online, esta es la mejor (y única) alternativa. Eso sí, jugar el modo campaña con amigos mola mucho.
Puntaje: 85%