En mayo del año pasado fuimos testigos de un “accesorio” bastante particular: Orejas de gato. La gente de Neurowear vende a sus “necomimi” a través de su página Web, por lo que cualquier interesado puede “transmitir” sus emociones y mover las orejas en consecuencia. Ahora, parecen estar decididos a redoblar la apuesta con nada menos que la cola de un gato. Básicamente, el dispositivo bautizado Shippo recurre a tecnología EEG para registrar el estado de ánimo, “mover” la cola y generar un “mapa emocional” de los lugares que el usuario visita.
Cualquier consumidor de manga y anime (más allá de la intensidad que demuestre al respecto) sabe que los japoneses no tienen mayores inconvenientes en agregar a sus personajes rasgos animales, y entre los favoritos obviamente está el gato. A mediados de 2011, la gente de Neurowear cumplió el “sueño” de más de uno al lanzar las “necomimi”, orejas de gato que se mueven de acuerdo a lo que siente el usuario. Desde entonces, en Neurowear han estado trabajando en otros proyectos, como por ejemplo Brain Disco, que mide el nivel de “atención” del público hacia el DJ. Pero en la reciente Tokyo Game Show decidieron “completar el combo”, realizando una demostración de “Shippo”, el equivalente al necomimi, pero en cola de gato.
De acuerdo a los desarrolladores, Shippo es un indicador directo del estado de ánimo del usuario. Cuanto más relajado se encuentre, más lento se mueve la cola, pero si sucede algo que demanda un mayor grado de atención, la reacción de la cola es mucho más intensa. ¿Cómo se registra esto? Además de la cola, el usuario debe utilizar un “headset” conectado a través de Bluetooth, y al mismo tiempo requiere de un smartphone (el vídeo enseña a un iPhone, pero imagino que habrá compatibilidad con Android), en el cual se ejecuta la llamada “aplicación neural”, que por supuesto entrega la inevitable cuota de interacción con redes sociales y otros servicios.
Más allá de la primera impresión que esto pueda causar, elaboremos la teoría por un instante. Olvida los implantes gatunos, y considera qué más ofrece Neurowear con este proyecto. Aunque la cola es el factor visual que más impacto genera, lo que se plantea aquí es la generación de mapas por “neuro-etiquetado”, creando un “recorrido emocional” que identifica los lugares preferidos del usuario. Habrá que esperar un poco más para comprobar qué tan bien funciona en realidad, pero “desplegar emociones” sobre un mapa parece ser la función ideal para acompañar a algo como una cola de gato artificial. Aunque su precio aún no ha sido anunciado, las “necomimi” tienen un costo aproximado de 160 dólares, por lo que ya podemos tener una idea de lo que deberá pagar cualquiera que quiera una cola.
