Lisandro Pardo
Una de las deudas más importantes que tiene la realidad virtual con los usuarios es la libertad. Los modelos principales del mercado todavía dependen de cables, y de un modo u otro estamos obligados a sostener un control. Ahora, ¿qué pasa si eliminamos ese factor? Una pequeña compañía llamada Neurable está explorando dicha posibilidad, y su solución es integrar una interfaz cerebral a un casco virtual para controlar videojuegos con la mente.
Reconocimiento de voz, detección de gestos, rastreo ocular… son muchas las opciones que buscan reemplazar a las interfaces tradicionales, pero el proceso no es sencillo. La efectividad de los periféricos clásicos es contundente, por lo tanto, es lógico que incluso las plataformas modernas se adapten a ellos, y la realidad virtual no es la excepción. En el pasado hemos visto una gran cantidad de demos enfocadas en usar a los controles para reproducir el movimiento de las manos dentro del espacio virtual, sin embargo, sabemos bien que eso no es lo ideal. En lo personal creo que aún estamos lejos de los guantes o trajes especiales, pero una startup llamada Neurable reveló en la última edición de la conferencia SIGGRAPH algo que podría aniquilar todo a su paso: Control mental en realidad virtual.
La demo estuvo compuesta por un HTC Vive equipado con una interfaz cerebral, y un videojuego (bautizado «Awakening») cuyo desarrollo quedó a cargo de la compañía española estudiofuture. La modificación en el Vive se reduce al reemplazo de su correa elástica con una red de siete electrodos. Un aspecto muy llamativo de esta tecnología es que no depende de patrones electroencefalográficos tradicionales, sino que registra a los «potenciales relacionados con eventos» o ERP, señales mucho más específicas que surgen cuando el cerebro humano responde a un estímulo.
El siguiente paso de Neurable es lanzar su interfaz en recreativas de realidad virtual durante 2018, optimizar el diseño general para hacer al accesorio más pequeño y cómodo, y presentar unidades a aquellos desarrolladores interesados en crear software compatible. Lo mejor de Neurable es que no tiene planes de exclusividad. Su prototipo actual funciona con el Vive, pero no deberían existir mayores inconvenientes si alguien decide hacer una versión pensando en el Oculus Rift o el HoloLens de Microsoft.
