Lamentablemente, Internet es todavía un medio funcional a la depredación sexual, y quienes están más expuestos son los menores de edad, que cada vez más temprano toman los ordenadores e interactúan con extraños a través de redes sociales y servicios de mensajería. Como no se puede saber nunca quién está del otro lado, unos investigadores de España se han puesto a trabajar en un bot para atrapar pedófilos llamado Negobot, que consiste de un chatbot simulando ser una niña de 14 años y que usa la teoría de juegos para parecer más natural y recopilar información personal del abusador.
Al igual que el martillo, la prensa, los medios de locomoción y como casi cualquier invento humano, internet tiene cualidades que hacen que algunos días miremos al cielo y –ateísmo o religión aparte- digamos: oh, gracias por esto! Está claro que idealmente internet es una herramienta fantástica, pero tanto lo es para hacer el bien, como para hacer el mal. Y en este último uso se encuentran los enfermos que aprovechan las gracias que proveen el anonimato, la hiperconectividad y la instantaneidad de internet para cometer hechos delictivos, como la pedofilia. Estos seres se mueven con libertad e impunidad en un medio que les es funcional, y por eso los agentes de las instituciones de la seguridad están detrás de ellos, ahora con herramientas más avanzadas para detectarlos y aprehenderlos. Una de estas es el Negobot, un agente virtual o bot para atrapar pedófilos.
Los ingenieros de la Universidad de Deusto han desarrollado lo que bautizaron como Negobot, una herramienta que esencialmente se encarga de extraer información de un sospechoso de ser un abusador de menores. Para hacerlo utiliza la teoría de juegos, gracias a la cual le da guión a siente agentes conversacionales diferentes, que hacen las veces de niños (representados digitalmente), con diferentes formas de comportarse para no ser detectados por los abusadores como el señuelo que son. El programa, según informan en Physorg, puede comenzar una conversación manteniendo una neutralidad indefinida, pero a medida que el sujeto muestra interés en un determinado tópico y en su infante interlocutor, ésta puede potenciarse para algún espectro en especial para lograr que el sospechoso termine entregándose él mismo. Hasta ahora esto era muy complicado, dado que los pederastas más peligrosos pueden ocultar sus intenciones durante días y hasta meses.
Lo más complicado es el aspecto lingüístico, por eso los investigadores trabajan en motores de lenguaje más potentes para que los criminales no descubran la trampa antes de ser aprehendidos. Es que los Chatbots son muy predecibles y alguna repetición en su respuesta puede llevar a que las personas desconfíen de la humanidad detrás de ellos. Trabajando con niveles de alerta que van desde -3 a +3, los agentes virtuales analizarán y evaluarán el accionar del sospechoso, como por ejemplo podría ser la pregunta sobre la edad a su interlocutor o el pedido de algún dato personal, como la dirección o a qué escuela asiste. Si el nivel más alto se alcanza, el bot intentará obtener información personal del abusador en ciernes, y eso conducirá a su posterior detención. Las posibilidades son muchas con una herramienta como esta bien afinada, y uno de los destinos de este programa serán las redes sociales, marco de acción para los pederastas de estos tiempos.