Lisandro Pardo
Si dejamos a un lado la volatilidad del bitcoin, su utilidad a largo plazo y el debate sobre si es realmente dinero o no, encontramos un aspecto muy criticado que es el de su eficiencia, algo que también afecta a otras criptomonedas. La minería demanda una extraordinaria cantidad de energía, por lo tanto, el Instituto de Obsolescencia Humana decidió explorar la posibilidad de utilizar el calor emitido por el cuerpo humano. Los resultados… no son tan buenos.
Un par de semanas atrás, la gente de Steam anunció que la plataforma ya no aceptará pagos en bitcoins. La extrema volatilidad en el precio de la criptomoneda sumada a unas escalofriantes tarifas por transacción (hasta 20 dólares en el peor de los casos) están erosionando su utilidad en el mercado de consumo. Desde cierto punto de vista, el bitcoin se ha convertido en el equivalente digital del oro. Vale una fortuna, pero es incómodo de usar. Aquellos días en los que podíamos comprar una pizza con bitcoins han quedado muy atrás, y a este inconveniente se suma la eficiencia, o mejor dicho, la falta de eficiencia. Una sola transacción bitcoin consume la misma energía que diez casas en una semana, mientras que la red entera supera la huella energética de Bulgaria.
¿Dicho eso, qué tan difícil sería minar bitcoins usando la energía del cuerpo humano? El Instituto de Obsolescencia Humana llevó a cabo una serie de estudios en los que cada participante fue equipado con una especie de chaleco, el cual posee varios generadores termoeléctricos integrados. La energía obtenida por los generadores es luego enviada a los ordenadores, que a su vez se encuentran minando criptomonedas alternativas al estilo de Vertcoin, Startcoin, Lisk y Dash. Todo lo que deben hacer los participantes es acostarse. El proceso no requiere actividad física ni nada que se le parezca. En total, 37 «mineros» contribuyeron 212 horas de trabajo, generando aproximadamente 127 vatios.
Eso significa que el promedio fue de 0.6 vatios/hora. Si consideramos que un cuerpo en descanso genera unos 110 vatios en descanso, y el 80 por ciento se pierde como calor, la energía obtenida está por debajo del 1 por ciento. Si de algún modo se volcara eso a la minería bitcoin, se necesitarían 44 mil personas acostadas 24 horas, 7 días a la semana durante un mes entero para producir un bitcoin, y cada uno recibiría (al precio actual) menos de 40 centavos de dólar. Creo que tendríamos mejor suerte en Amazon Turk.
A decir verdad las máquinas encontraron una forma eficiente de extraer la energía, directamente desde el músculo más poderoso del ser humano.