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Navegando en Internet con un TRS-80 Modelo 100

Cuando la Red moderna y los ordenadores antiguos se encuentran, cualquier cosa puede pasar. En algunos casos, las diferencias tecnológicas son demasiado grandes, pero con paciencia y creatividad, casi no hay sistema que logre resistirse a cosas como un poco de TCP/IP. En esta oportunidad, se trata del ordenador TRS-80 Modelo 100, uno de los más populares en la década de los ‘80, y al que muchos consideran como el primer portátil real.

De vez en cuando, siento la necesidad de arrojar ideas dentro de una máquina virtual y hacer locuras como conectar sistemas operativos antiguos a Internet. La barrera principal para una actividad como esta no es la ausencia de soluciones en cuanto a software, sino la evolución natural que la red de redes ha tenido en los últimos años. De más está decirlo, la retrocompatibilidad de los sitios web actuales con navegadores obsoletos es cercana a cero, y no hay ningún interés en cambiar eso, sino todo lo contrario. Desarrolladores y fabricantes hacen todo lo posible para que el usuario adopte versiones cada vez más nuevas de navegadores, sin embargo, con una serie de «sacrificios precisos», es posible acceder a una versión muy simplificada de Internet utilizando ordenadores retro.

El «transformer» completo

Hace poco vimos de cerca la odisea de conectar una Macintosh Plus de 1986, utilizando un Raspberry Pi para el trabajo más pesado. Hoy, la presencia del micro-ordenador vuelve a ser necesaria como ayudante de un sistema histórico: El TRS-80 Modelo 100. Apreciado por periodistas y con una autonomía asombrosa para la época, el Modelo 100 vendió más de seis millones de unidades alrededor del mundo, combinando a todas las variantes basadas en la misma plataforma. Sean Gallagher del portal Ars Technica logró obtener un ejemplar relativamente intacto, y comenzó su batalla para conectarlo a Internet. El primer paso fue construir un cable serial personalizado, de modo tal que sirva como enlace entre el puerto RS-232 del ordenador (que a su vez es compartido con un módem interno de ¡300 baudios!), y el convertidor USB-serial utilizado en la conexión hacia el Raspberry Pi.

Es difícil creen que muchos periodistas trabajaron en los ’80 con esa cantidad de líneas en la pantalla…

El resto del proyecto demandó varias modificaciones sobre la imagen estándar de Raspbian, rastrear el archivo con las definiciones de terminal en el TRS-80, varios ajustes en la aplicación TELCOM (incluyendo la velocidad máxima, que debió ser reducida a 1.200 bits por segundo), y batallas frecuentes con la línea de comandos para realizar tareas como enviar correos electrónicos y publicar mensajes en Twitter. La navegación general se hizo a través de Lynx, pero el propio Gallagher admite que se necesitará código personalizado si la idea es extraer una mejor experiencia Web del Modelo 100. Aún así, un logro fabuloso. Sus próximos objetivos son un Apple II Plus y un Amiga 500, dos plataformas que en teoría deberían ser más amigables.

Escrito por Lisandro Pardo

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