Una noticia más que relevante en el mundo de la ciencia fue el aumento que recibió la NASA en su presupuesto para el año fiscal 2016. De más está decirlo, la agencia se merece cada centavo extra que pueda obtener, pero el presupuesto incluye el inicio de un proyecto específico. Se trata de un módulo habitacional especialmente diseñado para avanzar con las misiones de exploración, y cuyo primer prototipo deberá estar listo antes de que termine el año 2018.
El Congreso estadounidense aprobó a mediados de este mes un incremento en el presupuesto para la NASA. De acuerdo a la información disponible, el número exacto es de 19.300 millones de dólares, 1.300 millones más en comparación con lo que fue el presupuesto de este año. Lamentablemente, no todo lo que reluce es oro, y la aprobación general incluye otras leyes añadidas, como por ejemplo CISA, heredera de SOPA, CISPA, y el resto de sus variantes. Sin embargo, la privacidad merece su propio artículo, y lo que nos trae aquí hoy es qué deberá hacer la NASA con este dinero. Cuando decimos «qué deberá hacer» no es una exageración, ya que la agencia recibió instrucciones precisas del Congreso. ¿Qué aparece en la lista? Un módulo habitacional.
En total, la NASA fue autorizada a invertir 55 millones de dólares en el desarrollo de un módulo habitacional cuyo objetivo será asistir en las misiones de exploración tripuladas, detalle que inevitablemente nos hace pensar en Marte. La suma pertenece al programa «AES» (siglas para Advanced Exploration Systems), y uno de los requerimientos es la creación de un prototipo antes de que finalice el año 2018. Como si eso fuera poco, la NASA tiene la obligación de presentar un reporte dentro de los próximos seis meses, detallando cuál es el estado del programa, y cómo ha invertido los fondos recibidos.
La intención de la NASA es poner a prueba a este módulo en la órbita lunar poco después de 2020, y finalmente llevarlo al planeta rojo en 2030. La cápsula Orion es uno de los conceptos más resonantes, pero sería demasiado pequeña para una misión como la exploración de Marte, que en promedio duraría seis meses. En el pasado, la agencia financió una serie de estudios que incluyeron nombres como Boeing, Lockheed Martin, Bigelow Aerospace y Orbital ATK, por lo tanto, conceptos no faltan. Aunque es demasiado pronto para publicar renders o especificaciones, el mensaje del Congreso fue claro: La NASA deberá darse prisa.