La probabilidad de que el asteroide Apophis nos impacte en 2036 ha sido recalculada por los científicos de la NASA. Parece que podemos quedarnos tranquilos, ya que solo hay una posibilidad en 250 mil de que el pedrusco -cuyo tamaño equivale a dos canchas y media de fútbol- choque con nuestro planeta. La estimación anterior era de una en 45.000, y afirmaba que pasaría rozando la atmósfera terrestre.
Apophis fue descubierto en junio de 2004 por los astrónomos Roy A. Tucker, David J. Tholen, y Fabrizio Bernardi. Los científicos habían calculado su trayectoria y llegado a la conclusión de que el asteroide y la Tierra cruzarían sus caminos en 2036. Según los modelos, Apophis pasaría a solo 40.000 Km. de la superficie de nuestro planeta, cinco veces más cerca de lo que se encuentra la Luna. Los matemáticos calcularon que había una posibilidad entre 40.000 de que nos golpease, provocando el mismo efecto que la detonación de 20.000 bombas atómicas. Pero un reporte de la NASA, que se presentará oficialmente hoy en la conferencia de la American Astronomical Society de Puerto Rico, indica que las posibilidades de choque han disminuido significativamente.
Los nuevos cálculos, que incluyen datos obtenidos a partir de una serie de observaciones efectuadas desde el cerro Mauna Kea, en Hawai, indican que las posibilidades de ser impactados son de “cuatro en un millón” o, lo que es lo mismo, una en 250.000. Steve Chesley, un científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), analizó imágenes tomadas con el telescopio de 2,2 metros de la Universidad de Hawai, que no habían sido difundidas hasta ahora. Chelsey también utilizó para sus cálculos datos de observaciones realizadas por el Observatorio Steward, en Arizona, y el de Arecibo, en Puerto Rico.
Todos esos datos sirvieron además para determinar que el asteroide tendrá un nuevo "encuentro cercano" con la Tierra en 2068. En esa oportunidad, la posibilidad de que nos haga papilla son de solo “tres posibilidades en un millón”. Parece que por ahora estamos a salvo, pero no podremos quitar nunca los ojos de encima de este asteroide, cuya órbita lo acerca de forma periódica a la Tierra.